El Ayuntamiento de Vitoria ha abordado este miércoles en la comisión de Hacienda el informe del Interventor General sobre la estabilidad presupuestaria y el informe anual de control interno relativos al ejercicio 2020, dos documentos que fiscalizan la gestión económica municipal a lo largo del pasado año, y cuya principal conclusión es que el año pasado la gestión económica del gobierno municipal (PNV/PSE), ha cumplido todos los requisitos de estabilidad presupuestaria, tanto en regla de gasto, que el Ayuntamiento rebasó en 2019 (un año especialmente inversor), como en deuda viva o en el pago medio a proveedores, que en este último caso se sitúa en 20,71 días de media, una vez que se reconoce la factura, un periodo menor frente a los 23,45 días del último informe de 2019, y sensiblemente por debajo de los 30 días que exige la normativa.

“Todas aquellas empresas con las que el Ayuntamiento contrata obras y servicios cobran en un plazo eficiente y eso es bueno para el conjunto de la sociedad”, ha remarcado el concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai.

El límite de deuda viva (no puede superar un porcentaje de los ingresos no financieros ni de los ingresos corrientes liquidados) también se cumplió, cifrándose a finales del año pasado en 83,7 millones de euros para el Ayuntamiento (106,2 si se tienen en cuenta también las sociedades municipales).

Por último el Interventor General constata que, finalizado 2020, el Ayuntamiento contaba con una capacidad de financiación en el ejercicio liquidado de un 1,61% respecto a los ingresos no financieros, por lo que presenta estabilidad presupuestaria. El año pasado esta magnitud alcanzaba el 2,83%.

"Con todas las normas"

“En 2020, en el año más extraordinario (por la pandemia), el Ayuntamiento ha cumplido con todas las normas de estabilidad, como resultado de una buena gestión económica, cuyo mérito se debe al buen equipo de profesionales que tenemos”, ha destacado el concejal del ramo.

El responsable municipal de Hacienda también ha aclarado que aunque en ese año tan excepcional, se podía haber tenido más flexibilidad al respecto, “un Ayuntamiento como Vitoria no puede permitirse no cumplir con las normas, aunque sea una situación extraordinaria, porque un Ayuntamiento arruinado no puede ayudar a la gente”. Y ha recordado que para satisfacer esas necesidades tras la crisis del covid, se puso en marcha el plan Ahora Vitoria. Orain Gasteiz, “en el que se establecían unas prioridades dotadas con recursos económicos”.

Gurtubai ha puesto también el acento en que el nivel de deuda de las arcas municipales “es importante, aunque sea asumible”, por lo que “no podemos endeudarnos a lo loco, sino haciéndolo con cabeza. Lo fácil es gastar sin control, pero no para este gobierno”.

"No hay ilegalidades"

Y ha hecho hincapié en que en el informe anual de control interno de 2020 “no hay ilegalidades”. Lo que sí que hay son “mejoras de gestión”, como las que ha especificado el interventor, Alfredo Barrio, que recomienda empezar a dar un “mayor impulso” a la factura electrónica, “porque nos viene mucha en papel y eso ocasiona mucho trabajo al tener que escanearlas”, o que ahora se vaya a exigir hacer un plan de acción, una vez que el documento pase por el Pleno “para plantear mejoras o errores”.

En cuanto a las actuaciones a nivel interno, el interventor ha afirmado que “este año nos hemos centrado muy mucho en ver cómo se puede mejorar la contratación” y en este aspecto han concluido que hay un “uso excesivo de la factura” y de las contrataciones menores por lo que aboga para ver si se pueden “unificar de alguna manera”.

Y en materia de subvenciones, hay que mejorar la ordenanza porque es de 2003, “igual que el plan estratégico”.

De todo ello, Gurtubai ha resaltado que “este concejal se ha leído ese informe y que será su libro de cabecera todo el año” para mejorar en todo lo que se pueda.

Además, como compromiso derivado de las recomendaciones emitidas por el Interventor, el concejal de Hacienda ha planteado realizar mejoras en la contratación para que la factura electrónica se convierta en el procedimiento común de las empresas proveedoras.

Su socia de gobierno, Marian Gutiérrez (PSE), ha enfatizado que a pesar de que este año 2020 ha sido un año anómalo, se ha conseguido mantener el objetivo de estabilidad presupuestaria y que “hemos tenido un ahorro neto positivo, aunque, como siempre, escaso” y que ahora el reto es hacer el plan de acción “para atajar sus correcciones”.

Turno de la oposición municipal

Durante el turno de los grupos de la oposición, Rocío Vitero (EH Bildu) ha criticado que el objetivo del Ayuntamiento haya sido “cuadrar números y no dar respuestas”, cuando la situación del año 2020 era diferente por crisis que ha generado la pandemia. Explíqueselo a la gente de la calle que tiene dificultades”.

Vitero, al igual que el resto de la oposición, ha echado en cara “la excesiva utilización de los expedientes menores de contratación”, puesto que en el informe del interventor se menciona hasta en 89 ocasiones.

Para la portavoz del PP, Leticia Comerón, “son muchas las tarjetas amarillas, y alguna roja, que ha sacado el interventor a este Ayuntamiento. Es un claro tirón de orejas porque muchas veces deja clara la falta de transparencia y la falta de control o que bordeamos los contratos, además del listado enorme de abuso de facturas que llama la atención”. Comerón también ha criticado los contratos del BEI, “que hasta ahora están troceados en 19 facturas, cuando deberían estar en una sola y que las obras acaben en agosto, pero que no se pueda poner en marcha hasta febrero porque no están las cocheras”.

Deuda viva

Óscar Fernández, de Elkarrekin Vitoria, ha puesto la lupa en la deuda viva, ya que “este año ha aumentado en 3,6 millones d euros, lo que significa 416 euros por habitante y es un tema que nos preocupa mucho”.

Y ha censurado las contrataciones menores, “porque es un vicio que tienen todas las instituciones”.

Sobre la prórroga forzosa de los contratos ha puesto el ejemplo del Reutilizagune, “porque hasta que no haya una nueva contratación, la empresa debe de seguir con este servicio hasta que se adjudique y si la apuesta de este Ayuntamiento es la gestión privada, vamos a hacer las cosas bien”, o el del BEI y de las cocheras. “¿Cuántas veces hemos dicho que no salían las cuentas?”, ha cuestionado Fernández.