- Leticia Comerón analiza para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en el ecuador de la legislatura las secuelas de los 15 meses de pandemia y los relevantes proyectos de movilidad ya en marcha. De última hora, el ataque que sufrió la semana pasada su compañero de partido, Iñaki García Calvo, y que no ha sido condenado por el grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

El pasado lunes no hubo acuerdo entre los cinco grupos municipales para consensuar una declaración institucional tras el ataque a su compañero Iñaki García Calvo. ¿Le han trasladado desde EH Bildu algún gesto personal de solidaridad?

-A mí no me valen las medias tintas. Cuando no se quiere condenar es que no hay vuelta de hoja. Que en pleno año 2021 no se quiera condenar de forma tajante y sin ningún tipo de matiz, el hecho de que a una persona en Vitoria se le pegue por ser de un partido político y pensar de una manera concreta, es una aberración. A día de hoy que sigan así, flaco favor se hace EH Bildu a sí mismo. Estoy convencida de que muchos de sus votantes no están de acuerdo con que no lo hayan condenado. Su nuevo portavoz vuelve a demostrar que es otro más de EH Bildu y que continúa con el seguidismo de Sortu. Es algo lamentable y rechazable, que a estas alturas la formación EH Bildu siga así.

Se cumplen dos años de legislatura del equipo de gobierno (PNV-PSE) ¿Qué balance hace?

-Los primeros cuatro años de Gorka Urtaran se caracterizaron por ser los de un alcalde que no hizo nada para Vitoria y lo que ha empezado a hacer ahora es un desastre. Ha demostrado no ser capaz de gestionar ni la crisis sanitaria ni la económica que tenemos.

En todo caso, esta legislatura se desconfiguró hace 15 meses con la eclosión del coronavirus.

-Teniendo en cuenta lo inesperado que fue, podemos entender que al principio pudiera costar. La realidad es que el PNV, en todo Euskadi, ha demostrado que ese mito de que gestionaba bien no es real. Se ha visto superado por la crisis sanitaria y sin recetas apropiadas para la situación económica. Somos los últimos en todo con un lehendakari, como Iñigo Urkullu, que se le ve superado y sin capacidad de reacción.

¿Y cual ha sido la aportación del PP? Porque también ha habido quejas de sectores como hostelería, cultura o agencias de viajes por la tardanza en recibir ayudas.

-Hemos estado desde el inicio de la pandemia cerca de los vitorianos y analizando las nuevas necesidades que han surgido. El dinero debiera estar ahora invertido y destinado a esa reactivación económica de los sectores que peor lo están pasando. Por eso hemos venido planteando desde medidas sanitarias hasta las económicas de ayuda a todos los sectores y otras que han salido adelante como las terrazas en viviendas, el impulso a la concesión de licencias o la exención del pago de veladores y basuras a la hostelería en 2021.

Precisamente ese acuerdo de apoyo a la hostelería, junto al de Ordenanzas Fiscales de 2020, es el único consenso alcanzado con el equipo de gobierno. ¿Habrá ocasión para un acuerdo presupuestario?

-Desde el Partido Popular siempre hemos puesto nuestros votos a disposición para sacar adelante los proyectos importantes de Vitoria y lo hemos demostrado en numerosas ocasiones, como en la exención de la tasa de veladores y basuras para la hostelería en 2021. Estamos abiertos a la negociación presupuestaria, pero cuando vemos la falta de criterio de este gobierno y la falta de modelo de ciudad, a veces resulta difícil. Cómo vamos a apoyar unas cuentas que son el peor presupuesto para este momento de crisis y son muy similares a los de hace dos años, pensados para una época de bonanza económica. En nuestras enmiendas aportamos lo que son las prioridades de Vitoria y no lo han querido tener en cuenta porque siguen con las viejas recetas.

¿Esa falta de sintonía puede llevar a que la sociedad vea en el PP un partido de oposición, que no aporta, que critica y se opone a todo?

-El PP es, sin duda, la única alternativa a este gobierno PNV-PSE y quien lidera la oposición. Solo hay que ver lo descabezado y sin estrategia que está EH Bildu y la actitud de Elkarrekin de clara muletilla. Como alternativa que somos tenemos un proyecto de Vitoria para defender, implementar y en muchos aspectos muy alejado de las decisiones que está tomando Gorka Urtaran.

Es también una legislatura marcada por proyectos de movilidad como el tranvía a Salburua y el BEI, con visible impacto ya en las calles.

-Es la legislatura del caos en la movilidad. Hemos pasado de tener un consenso sobre los proyectos a desarrollar, a la falta de acuerdo entre partidos políticos y asociaciones. Además hay un proyecto como el BEI con un impacto económico brutal en las arcas municipales y sus 76 millones de euros de coste y el físico sobre la ciudad. El BEI es el gran problema que ha generado el Ayuntamiento en el día a día de los vitorianos. Es un autobús innecesario, que nadie había pedido y se trata de un capricho del Gobierno Vasco. Nos va a generar un lastre económico y que ahora nos preocupa por todo lo que tiene que ver con la seguridad.

¿No concede el PP al BEI esa oportunidad de esperar a que terminen las obras para ver cómo funciona?

-Este grupo es el único que, al empezar a ver el proyecto, dijo que no iba a funcionar bien en Vitoria. El PP siempre ha defendido la electrificación de los autobuses de transporte público, pero lo que nos han impuesto ya vemos el fuerte impacto que tiene. Se hace por la circunvalación de Vitoria y genera nuevos puntos negros a los que ya existían. Se supone que las obras terminan en agosto y las cocheras todavía no se han empezado a construir, en lo que supone otra chapuza más dentro de las generadas por el BEI.

Algo similar sucedió con el tranvía cuando las previsiones sobre su implantación eran catastrofistas y una década después llegó a transportar 8 millones de viajeros en el año 2019.

-Esa comparativa entre ambos medios no es real con lo que se está viendo en la calle. Se están dejando dos carriles exclusivos para el BEI y que son un peligro por los cruces generados o por los pasos de cebra que se eliminan en la carretera. Hay muchas cuestiones por las que no son comparables el tranvía con el BEI. El PP sí que apuesta por electrificar la flota, pero el BEI era innecesario. Hay ciudades en las que se está haciendo ese cambio, pero sin esos costes.

El interventor municipal recuerda cómo el escaso ahorro neto, de ahora o anteriores gobiernos, puede “ahogar” las inversiones del Ayuntamiento de Vitoria.

-Todas las grandes inversiones en el último mandato del PP, como fueron la estación de autobuses, dos centros cívicos y colegios, fueron por una cantidad por debajo de los 70 millones de euros. Las obras del tranvía a Salburua suponen 24,8 millones frente al disparate de los 76 millones del BEI. Luego no hay dinero para todas las prioridades que necesitan Vitoria. Por eso insistimos en que Gorka Urtaran gestiona mal y en un momento muy difícil para la ciudad y defendemos el proyecto del PP.

Emergen proyectos de parques eólicos o fotovoltaicos y también se dio carpetazo a la exploración del gas en Subijana. ¿Qué alternativas plantea el PP para lograr una energía limpia?

-Estoy harta de los constantes agravios y ataques que hace el Gobierno Vasco a Álava. Para sacar el gas de Álava, el proyecto experimental del BEI o para implantar parques eólicos, sí se acuerdan de Álava. Pero luego para las inversiones o meter dinero en polígonos industriales, no. El PP defiende las energías renovables, pero no queremos, por ejemplo, que nos monten cuatro parques eólicos en zonas de alto valor en Álava. Eso no es ser sostenible.

¿Y qué alternativa plantean, entonces?

-Hemos sido los primeros en plantear una propuesta de Norma Foral de Medio Ambiente en la Diputación de Álava. El PNV ha sido incapaz de crear una norma de protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático. Nos la han tumbado sin ningún remordimiento. Les da igual y no les importa absolutamente nada.

“Este grupo fue el único que al ver el proyecto del BEI dijo que no iba a funcionar bien en Vitoria. Ya vemos el impacto que está teniendo”

“El PP defiende las energías renovables, pero no queremos cuatro parques eólicos en zonas de alto valor en Álava”