- La Guardia Civil en La Rioja ha logrado culminar la llamada operación Cachi, que se ha saldado con el total desmantelamiento de dos laboratorios tipo indoor para el cultivo intensivo de marihuana, que habían sido instalados en sendas viviendas de alquiler ubicadas en Logroño y Oion, para abastecer a consumidores y pequeños traficantes de ambas provincias.

Igualmente, durante esta operación se ha procedido a la detención de tres personas, dos varones y una mujer de 36, 41 y 42 años, de nacionalidad española y residentes en Mendavia y Logroño. Además, se han intervenido 38 kilos de cogollos de marihuana dispuestos para su venta, 377 macetas cosechadas, otras 85 con plantas de diferentes tamaños, 9 viales de anabolizantes y todos los útiles para el cultivo de este tipo de droga: sistemas de ventilación e iluminación, fertilizantes, controles de fotometría, temperatura o humedad, entre otros.

La operación Cachi que ha sido llevada a cabo por agentes de Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, comenzó a principio del mes de febrero, cuando el análisis efectuado a diversa documentación intervenida en operaciones contra el narcotráfico, ponía de manifiesto la posible existencia de un delito de tráfico de drogas en distintas localidades cercana a Logroño. La investigación permitió localizar un chalet en Oion, desde el que se estarían llevando a cabo actividades ilícitas de cultivo, elaboración y venta de marihuana.

Tras varias semanas de investigación los agentes localizan el chalet en una de las zonas residenciales de Oion inmediata al término municipal de Logroño, e identifican a las personas que acuden al mismo, dos varones y la pareja sentimental de uno de ellos, que adoptan importantes medidas de seguridad y contra vigilancias para detectar la presencia policial en la zona.

El seguimiento y control efectuado sobre estas personas lleva a los investigadores hasta una vivienda de la avenida de Lobete de Logroño, de la que durante las 24 horas del día emana un fuerte e intenso olor a marihuana y un ruido continuado de motores, verificando los agentes el alto grado de "malestar" e "intranquilidad" de vecinos y residentes de la zona por la situación que padecen.