El 2020 no ha sido un año corriente en muchos aspectos, uno de ellos el de los ingresos que la ciudadanía ha percibido -o dejado de percibir- por su trabajo.

Ha habido autónomos que han echado la persiana de forma temporal, trabajadores de ERTE, y otras diferentes circunstancias que, en definitiva, van a complicar la Declaración de la Renta que toca cumplimentar en un par de meses.

Con la ayuda de Sara Vitoria, asesora fiscal de la Gestoría Bengoa de Gasteiz, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA trata de responder a las dudas con respecto a un año peculiar también desde el punto de vista tributario.

Sara explica que el contribuyente está obligado a declarar cuando tiene más de un pagador, y ahora "el que trabajaba de continuo en su empresa se va a encontrar con dos pagadores" si ha estado en un ERTE.

Obligación de declaración

"Lo que se ha hecho -explica- es ampliar las condiciones para que parte de esa gente no se vea obligada a hacer la declaración".

Así, hasta ahora había que declarar, si había más de un pagador, en una horquilla de 12.000 a 20.000 euros, que pasa a ser de 14.000 a 20.000 euros.

Además, si el segundo pagador -el SEPE- no supera los 2.000 euros de pago en conjunto no se considera que ha habido dos pagadores. Sara Vitoria explica que con un solo pagador no se obliga a hacer la declaración a contribuyentes que ingresan entre 12.000 y 20.000 euros porque "se supone que le han ajustado las retenciones de su nómina, y Hacienda lo da por bueno. Al entrar un segundo pagador la retención ya no está ajustada y hay que hacer cuentas".