Las organizaciones representativas de los ganaderos de ámbito estatal, ASAJA, UPA y COAG, en la que se integra UAGA, junto a los consejeros de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del País Vasco, Asturias, Castilla León, Cantabria, Galicia, Aragón, Andalucía, Comunidad de Madrid, Murcia y ciudad autónoma de Ceuta, impulsaron la pasada semana una iniciativa común para reclamar al Ministerio de Transición Ecológica que retire el procedimiento de aprobación de la orden por la que se pretende incluir al lobo en el listado de especies no cinegéticas, es decir, considerarla especie protegida.

Tras la suspensión de este procedimiento, han solicitado la apertura de un proceso de diálogo y consenso con todos los actores implicados, con el objetivo de negociar un plan global de gestión del lobo ibérico que garantice su preservación y el futuro de la ganadería extensiva. Y en ese sentido, UAGA ha agradecido la incorporación del Gobierno Vasco a esta iniciativa, con quien se ha reunido en numerosas ocasiones para defender esta posición, según afirman.

Para estas organizaciones e instituciones, la protección del lobo no puede llevarse a cabo sin atender a las sensibilidades de todos los territorios en los que habita. Su protección, tal y como se está planteando, agravaría aún más la situación que soportan las ganaderías familiares y, especialmente, la ganadería extensiva. En ese sentido, desde UAGA defienden la biodiversidad y la sostenibilidad medioambiental, pero la coexistencia exige regulación y control de las especies.

El pastoreo y la ganadería extensiva han modelado el paisaje natural actual, donde se han creado entornos de gran valor paisajístico. Muestra de ello son los espacios de la Red Natura 2000 en zonas de pastoreo extensivo como Salvada, Gorbeia, Arkamo-Gibijo-Arrastaria, Entzia, Pagoeta o Aralar, que las administraciones han convertido en espacios protegidos con el objeto de preservarlos. La ganadería extensiva produce para la sociedad alimentos vinculados al aprovechamiento de los recursos naturales.