Un grupo de entidades e instituciones liderados por Neiker está desarrollando el proyecto Vitisad, que analiza la conservación de la diversidad genética de la vid, la fertilización y el uso de cubiertas vegetales con el objetivo de mantener la calidad de los vinos ante el cambio climático y evitar los riesgos medioambientales que provocarían futuras condiciones climáticas.

El punto de partida de la investigación es la evidencia de que una de las consecuencias del cambio climático es el incremento de la temperatura, que provoca que la maduración de la uva se produzca en un periodo más cálido y puede modificar algunas de sus propiedades cualitativas, como su color o acidez. Por otra parte, se prevé también un aumento de episodios de lluvia intensa, que podrían suponer un mayor riesgo de pérdidas del suelo por erosión. Por ello, resulta fundamental adelantarse a esos posibles escenarios y contar con soluciones adaptadas a las estas nuevas condiciones. Para ello, se pueden emplear distintas técnicas agronómicas, como las que se propone evaluar en este proyecto, de modo que el viñedo se adapte a las nuevas circunstancias y se mantenga la calidad de la uva.

El proyecto, que tiene una duración prevista de 32 meses, está integrado por cinco socios dedicados a la investigación vitivinícola del suroeste de Europa. Neiker, que actúa de coordinador, la dirección general de Agricultura del Gobierno de La Rioja, la Dirección general de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, la Cámara de Agricultura de los Pirineos Atlánticos y el Instituto francés de la viña y el vino (IFV)). Esta cooperación transfronteriza se basa en la experimentación, la evaluación conjunta y el intercambio de experiencias sobre cinco prácticas correspondientes a diferentes estrategias de adaptación al cambio climático en los viñedos del suroeste de Europa.

De esta manera, los socios del proyecto están estudiando el establecimiento de cubiertas vegetales como sistema de mantenimiento del suelo, para combatir la erosión, mejorar la calidad del suelo y equilibrar la componente vegetativa y productiva de la cepa. Se están llevando a cabo prácticas de eficiencia en la utilización del agua del riego, etc.