El claustro de profesores de la escuela de Judimendi de Vitoria, el único centro en Euskadi cuyas clases presenciales están ahora suspendidas por la incidencia de la covid-19, considera que la situación en este centro se ha "visto desbordada" porque Osakidetza no analizó los primeros casos con "rapidez y diligencia", y ha hablado de "abandono".

En una carta firmada por el equipo docente de esta escuela pública que cuenta con alrededor de 180 alumnos y 12 aulas de Infantil y Primaria, se precisa que el cierre se ha debido al "gran volumen" de casos positivos confirmados entre escolares y profesores en la última semana, un total de 22.

En la misiva, adelantada por el Eldiario.es, el claustro de profesores explica que en el centro se ha seguido y cumplido "escrupulosamente" el protocolo establecido por el Departamento de Salud pero también se señala que el centro ha tenido que tomar medias "extraordinarias" fuera de ese protocolo "para que no se diera un contagio mucho más grave".

"Hemos tenido que mandar por iniciativa del centro a 6 aulas a casa de manera preventiva porque la Organización Sanitaria Integrada (OSI) decía que las clases no precisaban rastreo, habiendo ya en cada una de ellas 2 y 3 casos positivos confirmados", afirman.

En este sentido aseguran que gracias a las medidas tomadas por el centro se han evitado "muchos más contagios" y relatan una serie de "deficiencias" que han observado en el protocolo de Salud, así como "dificultades" de comunicación con la OSI que ha hecho que la gestión de esta situación se haya hecho "muy complicada".

En concreto el equipo docente censura que "no hay rastreo si un caso es asintomático y da positivo el lunes porque solo se rastrea 48 horas antes", algo que dice se ha dado en 4 aulas del centro, y que no haya confinamientos preventivos por parte de la OSI a pesar de que pueda haber contagios en las aulas a través de contactos estrechos sin rastrear.

También denuncian que el protocolo no está actualizado "desde octubre", "ni se ha pedido opinión" a los "centros de su eficacia", y afirman que no existe un teléfono de contacto con la OSI para trasladar información rápida, ni "agilidad" en las respuestas.

A todo ello, explican que hay que sumar las "dificultades propias derivadas de las características" del centro, donde hay familias "muy numerosas", algunas de las cuales desconocen el idioma, tienen dificultades de comunicación y en muchos casos carecen de medios tecnológicos.

"Las decisiones tan mal tomadas y sin criterio de la OSI nos han abocado a tener que hacer un cribado masivo", añaden los profesores, que afirman que se han sentido "desprotegidos" y "con muchas barreras para poder revertir" la "gran cantidad de contagios" que estaban "viendo día a día".

Además dicen haber sentido "impotencia" y una sensación de "abandono" que les ha llevado "hasta el punto de pedir urgentemente y de manera insistente, y por iniciativa propia" un cribado masivo para todo el personal del colegio.

Insisten en que ellos han dado "el 100 por 100 para controlar esta situación y evitar más contagios" y aseguran que no se puede cerrar un colegio "porque la OSI no haga su trabajo bien cuando los profesores" se están "dejando la piel" para cuidar la salud de sus alumnos y la suya.

El Departamento de Educación anunció ayer la suspensión de las clases presenciales en este centro por la incidencia de la covid y Salud informó de que se iba a llevar a cabo un cribado entre el alumnado y el profesorado de esta escuela y que mientras debían permanecer en sus domicilios. En la actualidad esta escuela es la única que está cerrada en su totalidad en Euskadi por el coronavirus.