- Miles de personas convocadas por numerosos comités de empresa, colectivos profesionales y agentes sociales alaveses marcharon ayer por las calles Gasteiz en defensa del empleo digno y para denunciar la crítica situación económica que están atravesando en los tiempos recientes, principalmente durante esta pandemia. Trabajadores de la industria, hosteleros, taxistas, profesionales sanitarios o pensionistas, sólo por citar unos pocos, dejaron en un segundo plano sus problemáticas individuales para unir sus fuerzas por esta doble reivindicación común. Con la capital alavesa y buena parte del territorio en zona roja debido a la escalada de contagios, la manifestación fue una de las más multitudinarias de estos largos meses de crisis sanitaria.

La protesta partió a las 17.00 horas desde la plaza Bilbao encabezada por un grupo de vehículos, entre ellos varias furgonetas de reparto, taxis o una cabeza tractora, que hicieron sonar sus bocinas a lo largo del trayecto. Detrás, agrupados tras sus respectivas pancartas, recorrieron las principales calles del centro de la ciudad los distintos comités de empresa adheridos a la protesta, entre otros los de Aernnova, SDA, Laminaciones Arregui o Alestis, y colectivos como SOS Ostalaritza o Pentsionistak Araba. Trabajadores del cuerpo de Bomberos, de actividades deportivas, cuidadoras y empleadas del hogar, técnicos de emergencias sanitarias y centenares de personas a título individual se sumaron igualmente a la manifestación, organizada en columnas para garantizar las distancias de seguridad.

Manifestantes como el hostelero Gorka Guevara compartieron en conversación con este periódico su enfado y su inquietud por lo que deparará el futuro. “Estamos con malas sensaciones. Sabemos cuándo nos cierran, pero no cuándo abriremos. Y nos imaginamos que volverá a pasar lo mismo en abril, mayo, julio u octubre”, apuntaba este trabajador, miembro del nuevo colectivo Hosteleros de Vitoria y Álava. La lentitud con que se están tramitando las ayudas a los profesionales de este sector es una de las principales preocupaciones de sus integrantes. “Algunos compañeros han cobrado la ayuda de 600 euros del Ayuntamiento, pero con ese dinero no hacemos nada. Y las del Gobierno Vasco, hay muchos que no las han cobrado. No vemos justo que las ayudas lleguen en 2025, porque la situación es la que hay ahora”, recordaba.

También tomó parte en la protesta Danel Martín, socorrista y miembro del colectivo de trabajadores de actividades deportivas, que en Gasteiz vienen protagonizando meses de movilizaciones frente a los recortes en sus condiciones y por la renovación del convenio, caducado desde finales de 2019. “No queremos convertirnos en un sector para jóvenes precarizados y temporal. Queremos puestos dignos”, reivindicaba Martín. Esperanzado por que el de ayer pase a ser “un día para el recuerdo”, este trabajador reconocía no obstante que los ánimos entre sus compañeros “están muy fuertes”. “Vemos que mucha gente de otros sectores se está movilizando también y eso nos anima”, justificaba.

El sector del taxi, también fuertemente golpeado durante los meses recientes, fue otro de los protagonistas de la marcha. “Está muy complicado. La esperanza nunca se pierde, pero prometen muchas ayudas que nunca llegan”, sintetizaba Ana Herrero, integrante de la Asociación alavesa del taxi (Alatax). La profesional situó en alrededor de un 65% la caída en los ingresos de su colectivo.

Muy cerca se encontraba también Aitor Bezares, portavoz del sindicato LAB en el comité de empresa de Aernnova, que pidió a las distintas instituciones públicas “que se pongan las pilas ya”. “Son muchos los puestos de trabajo que se pueden perder por la crisis del coronavirus y la desatención por parte de las administraciones”, subrayaba. Bezares se mostró “ilusionado” por la buena respuesta a la convocatoria y vaticinó que, en el caso de la firma aeronáutica, hay una “guerra que no ha terminado”, en alusión a la reciente suspensión del contrato de 55 trabajadores.

Mientras tanto, el presidente del comité de empresa de Alestis, César Gómez, ponía énfasis en el carácter transversal de las reivindicaciones defendidas. “Esto es una cuestión de vasos comunicantes. Afecta a los jóvenes, a las mujeres y a los pensionistas. Y por eso pedimos que la administración se implique para que se deje de precarizar el empleo. Para que haya un empleo digno y no se aproveche continuamente cualquier tipo de excusa para hacerlo”, remarcaba.

Gómez quiso insistir en que “esta cuestión es de todos”. “Si el trabajador de la industria no tiene dinero, el problema será para los hosteleros. Y si el hostelero no puede trabajar, será un problema para la ciudad, que no va a recaudar impuestos. Esto es lo que deben entender las administraciones”, resumía Gómez.

La manifestación se desarrolló bajo una lluvia intermitente, aunque por momentos intensa, y concluyó en la Virgen Blanca, donde los convocantes dieron lectura a un manifiesto conjunto en el que reivindicaron “decisiones políticas que impidan el deterioro de la vida de las personas”.

“Esperemos que quienes dirigen las administraciones públicas hayan tomado nota de la manifestación de hoy. Porque la responsabilidad institucional lleva un año de confinamiento. Esperemos que se hayan percatado de que ya no toleramos la pasividad y la aceptación de que esto no tiene más fórmulas, más allá de los gestos de pena y la foto de la solidaridad... porque alternativas hay”, zanjaron.

“Sabemos cuándo nos cierran, pero no cuándo abriremos. Y volverá a pasar en abril o julio”

Hosteleros de Vitoria y Álava

“No queremos convertirnos en un sector temporal para jóvenes precarizados”

Kirol jardueretako langileak

“Esto es una cuestión de vasos comunicantes. Afecta a jóvenes, mujeres y pensionistas”

Comité de empresa de Alestis

“La esperanza nunca se pierde, pero prometen muchas ayudas que nunca llegan”

Asociación alavesa del taxi

“Son muchos los puestos que se pueden perder por esta crisis y la desatención institucional”

Comité de empresa de Aernnova