La persistencia de la pandemia durante el pasado año afectó con especial dureza a la sociedad municipal de transporte, hasta el punto de que en su balance anual de viajeros, el desplome ha llegado al 49,17% en comparación con las cifras del ejercicio precedente. Los autobuses de Tuvisa transportaron durante los doce meses de 2020 un total de 8.238.327 viajeros. Esta cifra queda muy lejos de los 16.208.128 usuarios del año precedente y supone que la pérdida de viajeros ha sido de 7.969.801 personas.

La situación fue especialmente cruda durante los meses comprendidos entre marzo y mayo, coincidiendo con el confinamiento de la población y las severas medidas aplicadas para reducir la movilidad. Hubo jornadas en las que el desplome de viajeros llegó a ser de un 95% en comparación con una jornada habitual. Hasta antes del 15 de marzo, cuando comenzó la obligada estancia en los domicilios, la cifra de usuarios diarios llegó a rebasar la barrera de las 60.000 personas. El descenso cayó a cotas donde apenas se registraron los 5.000 viajeros en cada jornada hasta primeros de mayo. Con la progresiva desescalada se recuperaron los registros y alcanzar más de 20.000 viajeros diarios en el mes de julio.

El obligado parón del mes de agosto por las vacaciones de los gasteiztarras dio paso a un mes de septiembre con una lenta recuperación de los usuarios. La vuelta también de la actividad académica propició un incremento en la cifra de usos diarios, entre los 30.000 y 40.000 viajeros. En esa franja se mantiene en la actualidad y eso ha permitido la recuperación de las frecuencias habituales de diez minutos en la práctica totalidad de las líneas.

En lo que hace referencia a diciembre, los usos de ese mes fueron de 773536, lo que representó un descenso del 45,68% respecto al mismo mes del año 2019.

Por otro lado, el consejo de administración de Tuvisa va a abordar en su reunión de hoy la propuesta de implantar una tarjeta monedero recargable en el estacionamiento subterráneo del Iradier Arena. La intención es la de mitigar principalmente los problemas de dobles filas que se generan en la zona escolar cercana y también busca aplicar una gestión más eficaz y eficiente, que permita mejorar la dinamización y comercialización de las plazas del primer y segundo sótano del Iradier.

El sistema se articula sobre una tarjeta monedero recargable para el estacionamiento en rotación en ese equipamiento. El coste de la misma será de tres euros y debe comprarse en el aparcamiento de Santa Bárbara. Podrá recargarse en los cajeros automáticos del Iradier Arena por importes de 25, 60 y 70 euros. Ese coste introducido por el usuario se va complementado y añadido hasta las cantidades de 30, 75 y 100 euros, respectivamente. La validez de la recarga es de dos años y el cobro del estacionamiento se calcula por las tarifas vigentes de rotación. El consejo plantea hoy esta medida y deberá contar con el respaldo de alguno de los otros grupos.