El Gobierno ha abierto la puerta a la posibilidad de adelantar el toque de queda fijado actualmente en el decreto del estado de alarma con restricciones de movilidad nocturna entre las 22.00 y las 7.00 horas, aunque descarta el confinamiento domiciliario para doblegar la tercera ola de covid-19.

Lo dijo ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa ofrecida desde Barcelona en la que ha analizado la evolución de la pandemia, que el viernes rebasó las 40.000 infecciones en solo un día, una cifra, de nuevo, sin precedentes.

Unos datos "muy preocupantes", según el ministro, que se mostró partidario de adoptar "cualquier medida que sea eficaz" para doblegar la tercera ola de la pandemia, si bien abogó por esperar y comprobar si las nuevas restricciones adoptadas en la mayoría de autonomías permiten mitigar los contagios.

Castilla y León ha sido la primera comunidad que ha aprobado un acuerdo autonómico para adelantar, desde ayer, el toque de queda de las 10 de la noche -el máximo establecido en el decreto del estado de alarma- a las 8 de la tarde, lo que en opinión del Ministerio contraviene el decreto, mientras que otras autonomías han solicitado al Gobierno poder tomarla. "Si hay que cambiar esta franja horaria, vamos a hacerlo hablando con todo el mundo", señaló el ministro Illa al referirse a las medidas que afectan a limitaciones de derechos fundamentales.

Tras subrayar que está "en comunicación y diálogo permanente con las comunidades autónomas", el titular de Sanidad recalcó que "todas las medidas se tienen que adoptar con la adecuada cobertura global". "Todo lo que concierne a la restricción de derechos fundamentales, como el de la movilidad, se tiene que hacer siempre con las máximas garantías jurídicas. Si hay que articular nuevas medidas, lo vamos a plantear en el Consejo Interterritorial, siempre que se garantice la garantía jurídica", resumió.

Obligar a que la gente no salga de casa es una medida que tiene cada vez más partidarios, pero que provoca resistencia en el Gobierno de Pedro Sánchez: "No contemplamos en estos momento ningún confinamiento domiciliario, lo quiero dejar claro; doblegamos la segunda ola sin el confinamiento domiciliario", remarcó Illa.

Para el ministro, los instrumentos de los que se disponen actualmente, como el estado de alarma vigente hasta el 9 de mayo, y las diferentes restricciones decretadas por las autonomías son suficientes para doblegar la tercera ola, sin acudir al confinamiento domiciliario.

También lo es la campaña de vacunación, que está funcionando con un "ritmo óptimo" y ha adquirido "velocidad de crucero", según Illa, que ha subrayado que casi el 70% de las dosis entregadas a las comunidades ya se han administrado.

Después de que Pfizer anunciara el viernes el retaso en el suministro de vacunas, el ministro lanzó un mensaje de tranquilidad a la población y aseguró que todas las personas que recibieron la primera dosis de la vacuna y cuya segunda les corresponde la próxima semana "van a recibirla".

España, al igual que el resto de países europeos, recibirá el 56% de las dosis de la vacuna de Pfizer previstas para la próxima semana: "205.725 dosis en lugar de las 360.000 comprometidas", detalló Illa, quien dijo que "no hay prevista ninguna alteración en el calendario de suministro de vacunas".

Tras indicar que han trasladado a las autoridades europeas su preocupación "para que se asegure un suministro regular", el ministro explicó que ya han comunicado a las comunidades autónomas las nuevas cantidades de la vacuna que van a ser entregadas para que el reparto siga siendo "equitativo". El ministro incidió en que el objetivo es que de aquí al verano se consiga que el 70% de los ciudadanos españoles hayan sido vacunados y que en los próximos meses "haya más vacunados que contagiados en nuestro país".

En los próximos días se dará a conocer "los grupos diana de población", que, una vez cubierta la primera etapa de vacunación en residencias y personal sanitario, serán los siguientes en recibir la vacuna.

Illa volvió a pedir a los ciudadanos que sigan las recomendaciones de las autoridades sanitarias "al pie de la letra", por "drásticas que parezcan" porque son las necesarias.