En un inicio que se ha producido de forma escalonada -algunos colegios retomarán el curso el lunes-, ayer comenzó en algunos centros educativos de Araba y de Vitoria un segundo trimestre en el que aún sigue presente la palabra incertidumbre, especialmente después de unas navidades que, a todas luces, parecen haber hecho aumentar el número de contagios.

Sin embargo, las medidas de seguridad -que siguen siendo estrictas en los centros- y la experiencia vivida ya en el primer trimestre del curso, ha servido para tranquilizar un tanto a padres y madres, que encaran esta segunda etapa con algo más de optimismo. En el caso de Marianistas, en filas ordenadas y guardando la distancia, padres y abuelos se acercaban ayer al mediodía a recoger a los pequeños tras un nuevo día de clases; bien abrigados, eso sí, porque la jornada invitaba a llevar guantes, bufanda y toda la parafernalia para hacer frente a las bajas temperaturas.

En este colegio, han vuelto a habilitar diferentes entradas y salidas para evitar aglomeraciones, y Maitane, madre de una alumna, reconocía a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que están “más tranquilos”, viendo cómo transcurrió el primer trimestre de un curso atípico donde los haya. “Los peques ya tenían ganas de volver, y más después de haber estado tanto tiempo metidos en casa”, aseguraba.

Y es que, tras haber vivido el curso anterior un confinamiento domiciliario que obligó a los más pequeños de la casa a asistir a sus clases vía telemática y a no poder juntarse con sus compañeros y amigos, ahora se resisten a que las escenas que tan famosas se hicieron, de niños y niñas dibujando arcoíris en ventanas y balcones, vuelvan a repetirse. “No queremos otro confinamiento; eso sin duda”, afirmaba.

Tampoco quiere otro confinamiento Pilar, abuela de otro alumno del colegio. “Hemos visto que el problema viene de las casas, no del colegio; en el cole estamos seguros, porque las medidas se cumplen y eso nos hace sentirnos tranquilos”, afirmaba. Eso sí, prefiere ir trimestre a trimestre superando las diferentes etapas. “El trimestre pasado no hubo mucho problema, y esperemos que en este tampoco, aunque grandes y pequeños han sido unos campeones en esta pandemia”.

En el caso de Escolapias-Paula Montal Ikastetxea, una de las madres, Ana, se muestra muy agradecida con el trabajo desempeñado por el personal del centro. Ella también recuerda que las medidas de seguridad se están respetando y pone en valor el esfuerzo de los docentes cuando algún alumno tiene que confinarse. “Pueden conectarse a las clases, y seguirlas desde casa”, explica.

Ayer volvieron a las aulas también en este centro, aunque con esa “incertidumbre” que parece reacia a marcharse. “En el trimestre anterior, nos dieron la opción de entregarnos las notas de los pequeños por videoconferencia o por teléfono”. En el caso de este cole, al fin y al cabo, llevan desde hace ya varios años trabajando con las tecnologías, y ese ha sido además un “paso importante” a la hora de encarar esta pandemia. “Si volvieran a confinarnos, creo que lo harían bastante bien”, reconoce Ana. Todos ellos, sumados a los profesores y equipos directivos de los diferentes centros, abogan por una vuelta a las aulas seguras, por repetir los resultados registrados en el primer trimestre.

Seguridad. Las medidas de seguridad siguen estando “muy presentes” en todos los centros educativos de Gasteiz y de Araba, también en el caso de Escolapias-Paula Montal Ikastetxea, donde algunas mañanas los profesores dan inicio a la jornada bailando, para amenizar la situación que vive en estos momentos el planeta. Mientras danzan al ritmo de la música, van echando gel en las manos de los alumnos, y la directora, junto a otros docentes, les toma la temperatura. Este ritual, que no siempre viene acompañado de música, lo realizan tanto por la mañana como por la tarde, porque el covid sigue estando muy presente en la sociedad y toda precaución es poca para hacerle frente.

En Marianistas, padres, madres y abuelos encaran el nuevo trimestre con “incertidumbre”, aunque más tranquilos que al inicio

En Escolapias-Paula Montal llevan varios años trabajando con tecnologías, algo que ha ayudado a encarar esta pandemia