- Lakua-Arriaga se ha levantado contra los árboles "okupas" de su barrio. Hay ramas, como cuenta Ángel Lamelas, presidente de la asociación vecinal Ipar-Arriaga, que "o te sacan un ojo o se te cuelan por las ventanas de casa". Los vecinos de una calle en concreto (los de Alfonso XI a la altura de Juntas Generales, 59) se están quejando especialmente de ello porque las tienen casi a punto de entrar en sus moradas, tapando la luz que en invierno tanto echan en falta, "Están muy quemados", resume Lamelas.

También acumulan quejas los árboles de Voluntaria Entrega, a la altura del número 17, y con Gernikako Arbola, "que es donde está la perpendicular sobre el número 41, y que es donde más gente pasea, al ser la zona peatonal, pero los vecinos tienen que ir esquivando las ramas con la cabeza. A alguno algún día le van a sacar un ojo y cuando empiece a llover más y a nevar, será peor porque irán rozando cada vez más el suelo y se quedarán a 1,50 metros de él". Aquí el problema en cuestión es por el tipo de poda que se hace, "cuando llaman a los técnicos para que acudan al barrio, van y te cortan cuatro ramitas, pero se necesita una buena poda y nadie se va a quejar porque la hagan", puntualiza.

Los problemas en este distrito no acaban allí. El contador de la luz de la calle Francisco Javier Landaburu, que está a la altura del paseo de Gernikako Arbola en dirección al parque de Lakua-Arriaga, está también que echa chispas. "Está roto, reventado", como lo describe Lamelas. La culpa de ello se debe a un acto vandálico que hace aproximadamente una semana destrozó la puerta del contador, y desde entonces "a nada que coge humedad" saltan los diferenciales. Como consecuencia de ello, las farolas tanto de esta calle como las del primer tramo (del 1 al 19) de la calle Voluntaria Entrega se quedan sin luz. "Aparte de que cualquier crío se puede quedar electrocutado. Fíjate cómo están", lamenta el portavoz vecinal

Los residentes afectados, en este caso, ya han llamado al Ayuntamiento de Vitoria para comunicar este problema "y, en teoría, van a avisar al servicio técnico".

Aparte, en Lakua-Arriaga también temen que este otoño-invierno vuelvan a surgir balsas de agua en el barrio, "como la piscina que se montó el año pasado", recuerda Lamelas, motivo por el que piden incrementar las labores de limpieza en el alcantarillado. "Es un problema general, pero, sobre todo, se da en Voluntaria Entrega", detalla.

Además, en este distrito de Gasteiz también lamentan sus bordillos y bancos rotos, desde que se hicieron las obras en Gernikako Arbola.