l próximo lunes y martes, la sociedad alavesa, a través de su clase política, tiene una cita vital. Las Juntas Generales celebran su primer pleno de Política General de la novena legislatura lejos de la reducción del desempleo y recuperación de la economía en la que Araba se encontraba hace tan solo siete meses.

El impacto del covid-19 ha puesto patas arriba el territorio. Hoy todavía sumidos en una incertidumbre sobre el devenir futuro, ya sabemos que tenemos una previsión de la caída de la recaudación del 19,6%, aunque podría ser finalmente menor. Ello, sin embargo, obligará a las instituciones a reorientar el gasto y revisar en profundidad las inversiones. Qué decir de la vertiente sanitaria, con especial atención a la situación de las residencias de mayores y el estado de los hospitales. Una delicada situación socio-sanitaria (dramática en ciertas ocasiones) que, conjugada con el goteo de la destrucción de puestos de trabajo a través del cierre de negocios y despidos, obligan a nuestra clase política a un ejercicio de responsabilidad para la búsqueda de diálogo y entendimiento. De dejar atrás clichés de una forma de hacer política, basada en la mera crítica sin ofrecer alternativas, que hoy en día la ciudadanía no entendería. Es la hora del diálogo y la búsqueda de consensos que trasladen a la imagen pública que es posible remar todos y todas juntas hacia una salida de una complicada realidad que, lamentablemente, no tiene fecha de caducidad.

La recuperación de Álava no puede ser única y exclusivamente tarea del Gobierno foral. Ante una crisis sanitaria como la que nos atenaza, donde el miedo a lo que vendrá se ha instalado en la puerta de nuestras casas, es obligado que ejecutivo y oposición se ofrezcan mano tendida para resolver conjuntamente los problemas que ya tenemos y los que llegarán.

La llamada a la oposición a remar en favor del progreso de la sociedad no es nueva. Los próximos meses, ha advertido Ramiro González en días anteriores, marcarán el devenir del territorio alavés los próximos años.

Las Juntas Generales de Álava tienen una cita de vital importancia el próximo lunes y martes para que los y las ciudadanas sepamos qué quieren hacer con esa oferta el resto de partidos de la oposición.

No sólo analizar desde la crítica la gestión del gabinete de González. Es la hora de ir más allá y recoger el guante de una gobernanza colaborativa que lleve a nuestro territorio a una recuperación liderada por el conjunto de su clase política. El covid-19 ha transformado nuestra vida cotidiana y la manera de relacionarnos. De ceder parte de nuestra parcela en pos del bien común. Y la clase política, nuestra clase política, debe también, tomar nota de ello y pasar a ser espejo en el que verse reflejado.

La autora es directora de Diario de Noticias de Álava