a pandemia provocada por el covid-19 ha puesto de manifiesto para quienes conforman Euskofederpen, la federación que agrupa a las asociaciones de jubilados y pensionistas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, una realidad. Ésta dicta que “se nos ve como personajes del pasado y se nos juzga por lo que un día fuimos y representamos, como si en el presente ya no fuéramos nada, como si no tuviéramos capacidad de hacer cosas todavía”, explican en una nota de prensa.

Félix Ortiz de Zárate, presidente de la asociación alavesa Las Cuatro Torres y firmante junto a asociaciones de Gipuzkoa y Bizkaia de este comunicado, recuerda que “los mayores de 65 somos ciudadanos de pleno derecho, con derechos y obligaciones al igual que los demás ciudadanos”, y defiende que todas las personas merecen respeto y trato digno “sea cual sea su edad o necesidad de atención”.

En ese mismo comunicado recuerdan que “somos necesarios en todos los organismos, en la sociedad civil, en los ayuntamientos, en las diputaciones, en el Parlamento, porque creemos que la vida es patrimonio de todos”.

Así, y al tiempo que recuerdan que hay mayores autónomos, dependientes y residentes, y que los deterioros físicos y mentales de las personas mayores, sus depresiones, el abandono del cuidado personal o la pérdida de lucidez, entre otros, “tiene su origen o se agravan por el aislamiento social, creemos que es urgente ir creando los fundamentos de una sociedad donde quepamos todos sin discriminación por razones de edad, donde los mayores sintamos la satisfacción de amar y ser amados, como el resto de ciudadanos, sin que haya prejuicios que se lo impidan”, añaden.

En ese sentido, aseguran que “entre todos podemos cambiar la idea del envejecimiento y llegar así a una concepción de la vejez digna”, y extienden algunas peticiones a los diferentes grupos políticos con representación en el Parlamento Vasco, tales como el blindaje de las pensiones. También solicitan que, dado que “durante años la mujer ha trabajado en la casa más que el hombre fuera y esto se ha de reconocer”, se solucionen las pensiones de viudedad en el Pacto de Toledo, “pero también en su medida dentro del Parlamento Vasco”, así como cuestiones relativas a las residencias. Por último, reclaman que se facilite un espacio de participación social, “porque seguimos siendo las personas que hemos sido siempre”.