- La Diputación Foral de Álava mejorará la conexión entre la antigua autopista AP-1 y la A-1 en Armiñón, ampliando de uno a dos carriles la unión entre ambas carreteras, en las que el Ministerio de Fomento ha intervenido en los últimos meses para reducir de tres a dos carriles cientos de metros antes de la zona de peaje y ampliar de uno a dos carriles la salida hacia Vitoria, justo después del punto que ocupaban las ahora demolidas cabinas de peaje. Precisamente, estos nuevos carriles se abrieron ayer mismo al tráfico.

El departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad aprobará este martes una inversión de 400.000 euros para ejecutar en los próximos meses un proyecto que dará continuidad a las actuaciones llevadas a cabo durante el último año por Fomento, que ha invertido 4,4 millones de euros para adecuar la antigua playa de peajes de Armiñón y su entorno con el objetivo de convertir este tramo de la antigua autopista en una autovía convencional. Ahora será la Diputación la que tome el relevo en las actuaciones de adecuación de la conexión entre la antigua autopista y la A-1 en Armiñón.

La licitación de las obras se aprobará el martes en el Consejo de Gobierno foral con un plazo de ejecución de dos meses, y el objetivo es que las actuaciones culminen antes de final de año. “El resultado va a ser más seguridad y comodidad para las miles de personas que utilizan diariamente esta vía rápida”, explica el diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, el socialista Javier Hurtado, sobre unas obras que se enmarcan en el acuerdo “de colaboración y coordinación” alcanzado entre su departamento y el Ministerio de Fomento para intervenir en Armiñón, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y aumentar la fluidez del tráfico.

La obra que acometerá la Diputación servirá para realizar la transición de la conexión entre los dos carriles procedentes de la antigua autopista y los tres carriles de la A-1 de acuerdo a la normativa vigente, de manera que el entronque se efectúe de forma segura y cómoda.

Una solución “transitoria”, subrayan desde el departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad, hasta que se produzca la firma de un nuevo convenio entre la Diputación y el Ministerio de Fomento para, tal y como recoge el acuerdo de transferencia de la antigua autopista AP-1, para ejecutar el proyecto definitivo para ampliar y mejorar las conexiones de la AP-1 y A-1 a la altura del municipio alavés. Un convenio en el que ambas administraciones están trabajando en su preparación.

La intervención que Fomento ha ejecutado a lo largo del último año ha consistido en despejar la antigua playa de peajes de Armiñón y adecuar un tramo de casi 800 metros en la calzada sentido Burgos-Madrid, para convertirla en una autovía convencional con un nuevo trazado. Estas obras, que han incluido también la renovación del firme, permiten dar continuidad a esta vía de alta capacidad, de forma que ahora dispone en todo momento de tres carriles de 3,5 metros, arcén exterior de 2,5 metros y un arcén interior de un metro.

La segunda fase del proyecto se centró en la calzada sentido Vitoria, con el objetivo de duplicar su capacidad. La antigua autopista AP-1 disponía de tres carriles, que pasaban a dos poco antes de la zona de peaje y a un carril después. Una salida que sufría por ello una amplia congestión en picos de tráfico, sobre todo en periodos vacacionales, especialmente tras el aumento de la circulación surgido a raíz de la liberalización de la autopista en diciembre de 2018.

Fomento ha intervenido durante en los últimos meses en un tramo de más de 2,2 kilómetros para, en primer lugar, reducir de tres a dos carriles cientos de metros antes de la zona de peaje, y en segundo lugar ampliar de uno a dos carriles la salida hacia Vitoria después de las ya extintas cabinas. Ayer mismo, los carriles se abrieron al tráfico tras estos meses de obras.

En total, la inversión efectuada por Fomento durante el último año asciende a cerca de 4,4 millones de euros. De ellos, medio millón corresponde a la conservación ordinaria y explotación; 700.000 euros a la demolición de playas; 1,9 millones de euros a las obras de duplicación de la capacidad de la conexión y 1,3 millones al fresado y reposición de firmes.

Para Javier Hurtado, la inversión de 400.000 euros que el gobierno foral aprobará este martes refleja “el compromiso de mantener la inversión pública para contribuir a sostener la economía y el empleo en Álava en estos momentos de dificultad”. Un objetivo que “demostramos con hechos”, como son “la continuidad de las obras de la N-240 y A-625, contratos de firmes por 1,4 millones y ahora esta inversión de 400.000 euros”. “La continuidad de la inversión pública contribuye a sostener la actividad económica y el empleo en Álava”, recuerda el diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad.