- Álava fue uno de los primeros puntos del Estado en sufrir el azote del coronavirus. Las residencias del territorio se toparon de golpe con la necesidad de hacer frente a una enfermedad desconocida. "Si entonces hubiéramos tenido el conocimiento que tenemos ahora, algunas decisiones no habrían sido las mismas", admite el mandatario foral.

¿Cómo valora la gestión de la Diputación en las residencias durante la crisis sanitaria?

-La situación ha sido muy complicada en todos los lugares, en todos los países y comunidades autónomas. Estamos asistiendo a diario a informaciones que nos trasladan la situación en residencias de distintos lugares del Estado, y puedo decir que aquí, con una situación tremendamente difícil y complicada, las personas mayores que residen en las residencias forales y privadas han estado bien atendidas y se les ha protegido siempre, con un esfuerzo máximo y unos momentos iniciales con un desconocimiento muy grande de la enfermedad. No es lo mismo lo que sabemos ahora que lo que sabíamos al principio de la crisis. Si hubiéramos tenido el conocimiento que tenemos ahora al principio de la crisis, algunas decisiones no habrían sido las mismas.

¿Cuáles?

-Los protocolos han ido cambiando, al igual que las instrucciones que el Ministerio de Sanidad daba sobre el virus. También han ido cambiando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin referirme a ninguna actuación concreta, es evidente que ahora estamos más preparados de lo que estábamos al principio para enfrentarnos a un virus de estas características. Tenemos muchísimo más material de protección del que teníamos en marzo, y los protocolos establecidos no son los mismos que entonces porque la OMS los ha ido cambiando.

¿En qué han centrado sus esfuerzos para proteger a los usuarios de las residencias?

-El esfuerzo ha sido máximo por atenderles, cuidarles y protegerles. Cada una de las personas nos ha preocupado y nos hemos ocupado de ellas. Hemos sufrido mucho en lo personal, tanto en el departamento de Políticas Sociales como quienes les estábamos acompañando. Los responsables del departamento, tanto el diputado como los directores y las subdirecciones de área, han dedicado cada día y hora a proteger y cuidar a las personas mayores y dependientes. Ha habido muchas personas que se han quedado por el camino, pero creo que ese esfuerzo extraordinario que se ha hecho al final ha conseguido frenar la propagación del virus en las residencias públicas y privadas, y que hoy, cuando todo esto está acabando, los datos de las residencias alavesas, siendo unos datos que a todos nos duelen, sean considerablemente mejores que las residencias de otras comunidades autónomas y países.

¿Alguna residencia de Álava ha estado al borde del colapso?

-En Álava las residencias públicas y privadas han cumplido con los protocolos, han atendido bien a las personas mayores y han dispuesto de medios para hacerlo. No siempre de todos los medios que hubiéramos querido, porque ha sido muy complicado, pero han podido atender a las personas mayores como necesitaban. Eso no significa que haya sido posible evitar que el virus entrara en las residencias. En algunas ha entrado y cuando lo ha hecho, por desgracia, ha habido personas que han perdido la vida. Pero aquí no se han producido las situaciones que en otras comunidades han provocado la intervención de la fiscalía, por ejemplo.

¿Los trabajadores y usuarios de la residencia han contado en todo momento con los medios y el material necesario para hacer frente al virus?

-Ha sido complicado. Nos han llegado quejas de trabajadores y trabajadoras de residencias, y creo que cuando se quejaban tenían razón en quejarse. Cuando hemos dispuesto de material de protección siempre ha habido, pero a veces no ha llegado de forma suficiente o rápida a todos los trabajadores; por eso creo que cuando se han quejado tenían motivos para hacerlo. Aunque no por falta de mascarillas, por ejemplo, porque siempre ha habido mascarillas para que los trabajadores estén protegidos, pero hay que reconocer que en algunos momentos ha habido dificultad para disponer de la EPI -equipo de protección individual- completa. Hemos hecho un esfuerzo máximo para que dispusieran de ese material, y creo que el esfuerzo ha dado frutos y han estado suficientemente protegidos.

¿Cómo ha sido el proceso de compra de material sanitario en este contexto?

-Las primeras semanas la Diputación disponía de una cantidad importante de material de protección, de EPIs, de mascarillas, guantes, batas€ pero enseguida vimos que una pandemia de este nivel hacía necesario un consumo masivo de material. Acudimos desde el primer día a empresas que lo facilitaban en muchos lugares, algunas en Vitoria y otras en China, pero cuando acordábamos la compra de material vimos que tardaba mucho en llegar, y mientras estábamos esperando durante semanas ese material comprábamos más a otras empresas en otros lugares por si acaso lo otro no llegaba, porque en los aeropuertos de todo el mundo había inmovilizado material de protección, como en Turquía. Los vuelos que venían de China tardaban días en llegar, pasaban por países del Este de Europa... El esfuerzo personal y económico ha sido máximo.

El desalojo de la antigua Clínica Álava recibió críticas de usuarios y familiares.

-Por parte de las personas que dependen de la Diputación se organizó de forma rápida un sistema de información a las familias y el traslado a residencias de Zuia, en las que han estado perfectamente. Hemos estado en contacto con estas residencias y las personas usuarias y sus familiares, y han estado bien atendidas. En una crisis de este tipo hay que tomar decisiones y hacerlo rápido. El departamento de Salud tomó la decisión de mover a los usuarios de esta residencia y llevarlos a otro lugar, y nosotros colaboramos buscando la mejor ubicación para las personas que dependían de la Diputación y que se hiciera en las mejores condiciones de seguridad y transporte. Se hizo y se hizo bien.

Desde mañana los usuarios de las residencias podrán ya recibir visitas. ¿Qué cambios se van a producir a corto plazo en los centros hasta que el virus esté controlado?

-El cambio fundamental es la posibilidad de poder relacionarse con los familiares, que es lo que todos estábamos esperando, pero hasta ahora no ha sido posible porque creemos que, aunque es duro no ver a los familiares, lo fundamental era mantener la seguridad. Desde el lunes ya será posible, todavía con algunas limitaciones, y al mismo tiempo estamos trabajando en unos protocolos de seguridad para el futuro, que es una labor fundamental.

El área de Políticas Sociales va a mantener este año el mismo presupuesto pese a la bajada de la recaudación. ¿Se incrementará los próximos años para acometer los cambios que pretenden en el modelo asistencial?

-La posición de la Diputación es que los servicios sociales estén en el centro de las políticas de la institución. Eso quiere decir que vamos a hacer un esfuerzo máximo, político y presupuestario, para que el departamento disponga de recursos para poder atender las necesidades del territorio. Y vamos a hacerlo en un momento en el que estamos diseñando las políticas sociales del futuro, como el nuevo modelo residencial más centrado en las personas, para que las personas dependientes vivan en sus casas siempre que sea posible, y que si no lo hacen, vivan como en sus casas. Eso exige recursos económicos, pero sobre todo un compromiso político.

¿Cómo será la nueva residencia de Lakua, Arabarren, con esa división en pequeñas residencias para un máximo de 25 personas?

-Esa queremos que sea la regla en el futuro, trabajar con residencias con módulos no superiores a 25 personas, que garantizan una atención como se necesita para personas con grandes dependencias o patologías graves, que son las que mayormente residen en nuestros centros, al mismo tiempo que garantizan también una vida más familiar, mejores relaciones sociales y un desarrollo personal más pleno.

"Cuando los trabajadores se han quejado de falta de material tenían razón. A veces no ha llegado de forma suficiente y rápida a todos"

"En Álava no se han producido las situaciones que en otras comunidades han provocado la intervención de la fiscalía"

"Si al inicio de la crisis hubiéramos tenido el conocimiento que tenemos ahora, algunas decisiones no habrían sido las mismas"