- El departamento foral de Políticas Sociales no sufrirá cambios en su presupuesto y mantendrá los 240,8 millones de euros previstos para este año, de los que 217 millones corresponden al Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), pese a la crisis derivada del coronavirus y la bajada de la recaudación del 22% que estima la Diputación Foral de Álava.

El diputado de Políticas Sociales, Emilio Sola, compareció ayer por videoconferencia en la comisión de su departamento para recordar que su área es precisamente en la que "más esfuerzos estamos teniendo que realizar ante esta pandemia, por lo que mantener el presupuesto es una decisión política de esta Diputación". "Ahora, más si cabe, nuestra acción se orienta a las personas más vulnerables del territorio", incidió.

De este modo, Sola aclaró que su departamento no tiene "previsión de recortar ningún convenio". "Estamos en contacto con todas las entidades para ver la situación en la que se encuentran y reformular con ellas los contenidos de sus actividades a raíz de la pandemia", aseguró el diputado, que resaltó que todos los proyectos prioritarios se van a mantener y que también se hará frente a partidas en su día no previstas, como las ayudas a la natalidad, el famoso cheque bebé, que la Diputación se vio obligada a aprobar el año pasado para los nacidos en 2019, fruto de un acuerdo de la oposición, y posteriormente derogado por el gobierno foral. Sola avanzó que las familias empezarán a recibir la ayuda, que oscila entre los 250 y los 1.000 euros, en junio, con un coste total para las arcas forales de 1,6 millones de euros.

Como el propio diputado reconoció en una comparecencia anterior, uno de los grandes quebraderos de cabeza para la Diputación durante la pandemia ha sido la adquisición de material sanitario para que las residencias y recursos sociales puedan hacer frente al coronavirus con seguridad. Un "ingente esfuerzo" que se materializa en los 2,3 millones de euros que la institución alavesa ha desembolsado en protección tanto para el personal como para los usuarios. De hecho, la Diputación ha hecho acopio de material porque "no sabemos si habrá segunda oleada, y si será en otoño o en invierno".

El diputado aprovechó también la comparecencia para trasladar que "pese a las dificultades para llevarlo a cabo", el ejecutivo alavés mantendrá el programa de respiro familiar para menores con discapacidad intelectual, tanto los udalekus de verano como los de fin de semana. También se mantiene intacta la partida de un millón de euros para el acogimiento de menores en situación de desprotección familiar, así como las prestaciones económicas ligadas a la dependencia.

Sola adelantó igualmente que su departamento ha culminado ya el plan de desescalada para las residencias y recursos sociales, por lo que pidió "un poco más de paciencia" a las familias, que una vez entre en vigor la fase 3 podrán volver a visitar a los usuarios, y apuntó que "de esta pandemia debemos salir con un nuevo modelo que trate a los mayores como personas y no como pacientes".