- Los dos grandes y dilatados proyectos de carreteras pendientes aún de concluir en Álava, la variante de Saratxo y la reforma de la N-240 en Legutio, seguirán su curso sin verse afectados ni en plazos ni en dimensión por la crisis económica derivada de la pandemia. Tampoco lo hará la adecuación de la travesía de Azazeta, cuyas obras está previsto que finalicen el próximo mes de junio. Por lo tanto, las actuaciones en la N-240 deberían culminar sin contratiempos este otoño, mientras que las obras de la A-625, entre Amurrio y Orduña, a finales de 2021.

El diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Javier Hurtado, avanzó ayer en las Juntas Generales que ninguno de estos tres proyectos, cuya inversión conjunta supera los treinta millones de euros -doce millones corresponden sólo al ejercicio actual-, sufrirá recortes derivados de la crisis del coronavirus. Con todo, el socialista asumió que la bajada de cerca del 20% de la recaudación que estima la Diputación Foral de Álava afectará obviamente a la previsión de actuaciones futuras, aunque a fecha de hoy “el escenario presupuestario no está cerrado” y resulta “complicado” anticipar dónde deberá apretarse el cinturón cada departamento.

Teniendo en cuenta que el área foral de carreteras, resaltó el diputado, tiene ya comprometido más del 80% del presupuesto previsto para este año -sólo en los dos últimos meses han desembolsado más de cinco millones de euros-, los ajustes que se prevén a corto y medio plazo tendrán como base priorizar las políticas sociales y recurrir a la inversión pública “como herramienta para sostener la economía y el empleo”. Porque, para Hurtado, la anterior crisis económica evidenció que apostar “por la austeridad” no fue una gran idea, especialmente por el carácter impulsor de la economía que tiene la obra pública.

Invitado por la oposición a especificar qué partidas y actuaciones previstas en las carreteras alavesas se quedarán fuera una vez la Diputación reajuste su presupuesto para este año, el diputado apenas puso sobre la mesa una actuación concreta prevista para este curso, la instalación de nuevas pantallas acústicas en pueblos cercanos a carreteras con gran volumen de tráfico. El llamado plan del ruido, que también suma años de retrasos en la institución alavesa, arrancó la pasada legislatura en Zuia, y tenía previsto su continuidad en puntos como Aríñez y Aránguiz. Por ahora, al menos este año, parece que tendrá que esperar.

Otras partidas que podrían servir para reajustar el presupuesto del área de infraestructuras viarias y acabar en otro departamento serían las destinadas a expropiaciones relacionadas con proyectos que van a dilatarse en el tiempo fruto de la crisis, así como adjudicaciones a la baja y convenios, tanto con el Ayuntamiento de Vitoria como con el Gobierno Vasco, que también van a sufrir retrasos en sus necesidades de financiación, “como la ampliación del tranvía a Salburua”. A cambio, Hurtado mostró su “determinación” de mantener intactas las inversiones de seguridad previstas en la red de carreteras, como las diferentes obras de reasfaltado por 1,4 millones de euros o una partida de 600.000 euros para mejorar los sistemas de seguridad de las vías alavesas. Tampoco se verá afectado, económicamente hablando, el recientemente renovado transporte comarcal. “No podemos ni debemos admitir una involución que lleve al vehículo privado a ocupar el espacio público que estamos conquistando en nuestras ciudades”, concluyó.

Residencias. El diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad se comprometió ayer a trasladar a una próxima reunión de la Autoridad de la movilidad de Álava la reclamación planteada por Elkarrekin Podemos sobre las paradas de autobús de Elorriaga y Miñano Mayor, ambos con residencias de mayores y cuyos usuarios, trabajadores y familiares denuncian la amplia distancia que separa las paradas con las residencias de estos pueblos, pertenecientes al municipio de Vitoria y cuyo servicio corresponde por tanto al Ayuntamiento.

Inundaciones. Los vecinos de Víllodas tendrán que seguir esperando una solución para los problemas que provocan las inundaciones en el puente de acceso al pueblo. Aunque la Diputación cuenta desde hace tiempo con un estudio para actuar en el puente, el departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad está pendiente de la realización de un informe arqueológico en la zona que dictamine si se permite o no acometer una obra en el puente, al encontrarse dentro de la delimitación del yacimiento de Iruña-Veleia.