El cuarto fin de semana consecutivo de confinamiento para frenar la expansión del coronavirus ha dejado en las últimas horas imágenes como éstas en Gasteiz, con calles semivacías, colas a la entrada de los escasos comercios abiertos y controles policiales para vigilar el cumplimiento de las limitaciones de movilidad. Una Semana Santa atípica, en la que la misa oficiada por el obispo ayer con motivo de la Pascua de la Resurrección del Señor fue seguida de nuevo por streaming. Más movimiento hubo en el centro penitenciario de Zaballa, donde 48 militares procedentes del cuartel donostiarra de Loyola desarrollaron tareas de limpieza en todo el complejo.