VITORIA - La lucha de la asociación 3 de Marzo por llevar ante la justicia al único responsable político de aquella masacre que permanece vivo, Rodolfo Martín Villa, se debate en un mar de dudas. La citación, el viernes día 20, para quien ocupaba en 1976 el cargo de ministro de Relaciones Sindicales se mantiene en pie y deberá acudir a la embajada de Argentina a prestar declaración ante la jueza María Servini. “Tiene esa notificación y no ha recibido ningún otro documento en el que se le indique lo contrario”, precisó ayer Andoni Txasko, portavoz de la asociación.

Los temores de este colectivo se enfocan hacia el hecho de que el exhorto extendido por las autoridades argentinas “debe cumplir los requisitos que se establecen para este tipo de documentos, según el tratado bilateral que tienen firmado España y Argentina. Temen que ese exhorto enviado a Martín Villa pueda quedar anulado y desactivar, por tanto, la obligación de comparecer ante la jueza Servini, que debe cruzar el Atlántico para personarse en Madrid esa jornada. En este panorama de incertidumbre jurídica echa en falta la asociación gasteiztarra “voluntad política por parte del Gobierno español” para manifestarse con respecto a esta cuestión y la declaración del político franquista.

declaración en dudas La justicia argentina lleva intentando desde hace media docena de años llamar a declarar a Martín Villa para conocer su punto de vista sobre aquellos hechos. De consumarse esa citación para el 20 de este mes, su declaración se producirá en el interior de la embajada de Argentina en Madrid, que se habilitará como un juzgado para la ocasión. Ya han sido varias las ocasiones en las que se ha modificado la fecha de la posible declaración de Martín Villa. En una de ellas se le autorizó a no viajar a Argentina por su delicado estado de salud y Ana Messuti, abogada en la causa, no tiene del todo claro que se vaya a producir el próximo viernes 20 de marzo la toma de declaración a Martín Villa. “Veo signos prácticos de que no va a venir”, expresó, en alusión a que la jueza Servini no emprenderá viaje.

PETICIÓN PARA DECLARAR BIEN CULTURAL LA IGLESIA Media docena de años después de cerrar sus puertas al culto religioso, la iglesia de San Francisco de Asís donde se perpetró la masacre se adentra en una nueva etapa que persigue su declaración como bien cultural calificado con la categoría de monumento. También el ámbito exterior de lo que fuera el templo se pretende sea elevado a espacio cultural al albergar las esculturas conmemorativas de la matanza.

Esta iniciativa la abandera el arquitecto vizcaíno Iñaki Uriarte, que ya ha presentado ante el Gobierno Vasco la correspondiente petición el pasado 20 de febrero. Argumenta en su escrito Uriarte la especial significación que ha adquirido tanto el recinto de la otrora iglesia como los alrededores del edificio, donde se han erigido las esculturas y monolitos que honran la memoria de los cinco asesinados aquel 3 de marzo de hace 44 años, “el rango de bienes culturales calificados que se solicita se ajusta a lo especificado en la ley y está motivado, ya que además de la iglesia de San Francisco, el bien inmueble, en su espacio circundante, el ámbito físico y conceptual, donde se sitúan los bienes mueble, de naturaleza artística, tres esculturas y un gran mural están indisolublemente vinculadas a los hechos que ocurrieron en el interior del templo y sus alrededores”, describe el arquitecto con residencia en Bilbao que promueve esta iniciativa. / Foto: