VITORIA - El continuo goteo de desalojos en edificios del Casco Viejo por la sucesión de derrumbes y problemas estructurales de los mismos ha colmado la paciencia de la asociación vecinal. Gasteiz Txiki definió ayer el estado del barrio como situación de "derrumbe generalizado", espetó con rotundidad su portavoz, Manu Arakama, en una comparecencia ante los medios. Hace poco más de un mes, las dos familias que habitaban en el número 79 de la calle Cuchillería tuvieron que salir en estampida del centenario inmueble tras derrumbarse un falso techo en el segundo piso. Este episodio es el más reciente de un listado con otros capítulos idénticos en los portales 18 y 38 de la calle Santo Domingo. Ya se han rebasado los dos años de desalojo desde que diez familias de los números 40 y 42 de esa calle tuvieron que salir también de forma precipitada por el peligro de derrumbe de parte de la estructura de la medianera de ambos edificios.

Estos son solo dos ejemplos de una problemática donde "raro es el mes que no asistimos a situaciones de este tipo", lamentó Arakama. Todo lo referido a la vivienda en el barrio hace que la situación sea " insoportable e insostenible" y la asociación Gasteiz Txiki "no puede mantenerse ajena al actual drama" que viven numerosas familias del barrio. Han decidido dar un paso adelante con una "respuesta vecinal en la calle que tendrá como ejes fundamentales la denuncia pública de toda injusticia relacionada con el derecho a una vivienda digna", proclamó con seriedad Arakama en el local de la asociación en la calle Las Escuelas. El plan de actuación se orienta a "socializar esa preocupación" y lograr hacer causa común entre todos los vecinos para "aunar criterios, salir a la calle y presionar a las instituciones sobre este problema", avanzó. Las acciones que se emprenderán en el inicio del nuevo año serán todas a nivel ciudadano y huyendo de cualquier contacto con las instituciones. "No esperamos nada novedoso del Ayuntamiento de Gasteiz o la Diputación de Álava a lo largo de 2020", declaró con total convencimiento Manu Arakama. De hecho, en ese calendario de acciones de protesta ni siquiera tienen pensado buscar ningún tipo de encuentro con cualquiera de ambas entidades. "Es hora de asumir compromisos y de dejar de mirar para otro lado. No podemos aceptar el actual estado de las cosas y en Alde Zaharra la situación es a día de hoy insoportable", repitió el representante vecinal acompañado por varios vecinos desalojados de sus casas.

plan de regeneración integral La solución para esta sangría pasa por la puesta en marcha de acciones para la regeneración integral para que el deterioro no vaya en aumento. "No queremos que nadie nos regale nada, pero sí que nos presten una ayuda. Se vanaglorian del Casco Viejo, pero lo están dejando caer", lamentó Iker, vecino desalojado de la calle Santo Domingo desde hace dos años. Criticó el mal funcionamiento de Ensanche 21 y sus líneas de ayudas para la rehabilitación de inmuebles con partidas escasas o "sin abonar durante este año, mientras a otros edificios singulares se destinan miles de euros", deslizó en alusión a las obras de la Catedral de Santa María, en pleno corazón del Casco Medieval.

En alusión a la situación del caso concreto de los dos portales de la calle Santo Domingo "nos encontramos en idéntica situación de provisionalidad, con realojos temporales, pero esa no es la manera de solucionarlo", lamentó y criticó este vecino directamente afectado desde hace ya 26 meses. En contraposición a ese largo y obligado exilio de las diez familias, esgrimió Arakama la situación vivida en el número 8 de la calle Dato hace unos meses. "En 15 días se solucionó el problema, y en esta caso nadie dice nada", espetó.

represalias de propietarios El panorama de la vivienda es desalentador en el barrio y un ejemplo de esa crítica situación lo explicó Faiza, inquilina de una vivienda en la calle Bueno Monreal. Vive junto a su pareja y tres hijos menores en un pìso en pésimas condiciones por cuestiones como la humedad o necesidad de arreglos para poder vivir con dignidad. Esta cuestión ha sido el origen de su enfrentamiento con la dueña de todo el inmueble. Pidió que llevara a cabo una serie de obras para mejorar las condiciones de habitabilidad, pero se ha topado con la negativa de la dueña. No tuvo más remedio que interponer una denuncia ante el Ayuntamiento para que acometiera esas mejoras. Sin embargo, la factura que ahora le pasa la arrendadora es no renovar el contrato que alquiler que está próximo a vencer. El día 15 de enero recibirá el aviso de que debe abandonar la vivienda el 27 de ese mes y no tiene ninguna alternativa todavía.

Santo Domingo, 40-42. El 27 de octubre de 2017, los diez vecinos de estos dos portales tuvieron que abandonar de manera precipitada sus pisos. El evidente peligro de derrumbe de la medianera de ambos edificios obligó a los técnicos municipales de Urbanismo a decretar el desalojo inmediato de las viviendas. Han pasado más de dos años desde entonces y los residentes siguen en situación de provisionalidad. El Ayuntamiento se niega a afrontar una ejecución subsidiaria, de unas obras valoradas en cerca de 345.000 euros. Esta cantidad es inasumible para los vecinos que no cuentan con los medios económicos suficientes para hacer frente a esta inversión. El consistorio se escuda en la necesidad que deben afrontar los vecinos de mantener el estado de conservación de sus inmuebles.

Cuchillería, 79. A mediados de noviembre el derrumbe de un falso techo en una vivienda del segundo piso de este portal motivó el desalojó de sus dos únicos moradores. Se clausuró también el bar de la planta baja y el Ayuntamiento puso a su disposición los servicios sociales de acogida. Repitió el procedimiento de recomendaciones habitual de estas situaciones de instar a los vecinos a presentar un proyecto de obra, pero las dificultades económicas vuelven a emerger como el gran impedimento.. La inspección de los técnicos municipales del tejado del inmueble, ha revelado que comparte techumbre con el portal número 77, lo que amplía y extiende la problemática a los residentes de ese bloque.

Bueno Monreal. Una familia con tres menores deberá abandonar su piso,, el 27 de enero, tras le negativa de la propietaria a renovar el contrato de alquiler.

El portavoz de la asociación vecinal del Casco Viejo, instó a ofrecer una "respuesta vecinal" en la calle a través de la "denuncia pública de toda injusticia relacionada con el derecho a una vivienda digna".

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Meses de desalojo. A finales de octubre de 2017 los diez inquilinos de los números 40 y 42 de la calle Santo Domingo tuvieron que dejar de forma precipitada sus casas. A día de hoy siguen sin poder regresar a sus casas.