sobrón - El puente de La Blanca, de Sobrón, ha vuelto a renacer, aunque su construcción se ha llevado a cabo aguas arriba del Ebro, a unos 200 metros del anterior, para darle una mayor altitud que permita evitar la destrucción por riadas, como ocurrió con el primitivo paso de la ruta verde. Durante los últimos cuatro meses se ha estado trabajando en la estructura metálica que salva el elevado barranco del Ebro, a la salida del antiguo núcleo de población del balneario en dirección hacia la pared del embalse, desde el que se divisa el paso senderista.

La obra ha sido posible tras una larga gestación después de las inundaciones que hubo en los primeros meses de 2015, que ocasionaron numerosos daños en el Camino Natural del río Ebro en el puente de Sobrón, entre Álava y Burgos y en el territorio de Navarra. Concretamente en el puente, como hoy todavía se puede apreciar en la vieja estructura, fueron árboles arrancados a la tierra y arrastrados por el agua los que colisionaron contra los pilares del puente destruyendo su parte central. El encargado de encontrar una solución para el paso de personas fue el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ya que aunque el puente parece ser de propiedad de los actuales dueños de las ruinas que conforman parte de lo que fue balneario, la realidad es que forma parte de una ruta senderista protegida y afecta a dos comunidades autónomas; País Vasco y Castilla y León.

Un año después de su destrucción, el Ministerio dictaminó que se podría llevar a cabo la restauración al haber finalizado los trabajos de limpieza de los cauces, la restauración hidrológica forestal y la reconstrucción de las motas de protección por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las comunidades autónomas y las entidades locales. Las obras se planificaron para realizar una inversión por parte del Ministerio de 290.737 euros, y en ellas se incluyeron la reparación de las infraestructuras por las que se desarrolla el trazado del Camino Natural del río Ebro de Navarra, con el acondicionamiento de los accesos y las cimentaciones, y la construcción de una pasarela que sustituya al Puente de la Blanca, Sobrón y restituya el paso.

Implicación de la diputación Sin embargo, el proyecto de reconstrucción no terminaba de arrancar, aunque tenía una declaración de urgencia por parte de la Administración del Estado, y tuvo que ser la Diputación Foral de Álava quien tirara del carro para poder solucionar los problemas que habían surgido. Y es que el GR-99 es un trazado sobresaliente dentro del conjunto de los que integran la Red de Itinerarios Verdes de Álava por sus elevados valores paisajísticos y ecorrecreativos, además de su función estratégica de enlace con otras Comunidades Autónomas. Ello motivó el que la Diputación Foral de Álava considerara prioritario el restablecimiento de la continuidad del Camino, lo que implicaba la construcción de la nueva pasarela peatonal que salvase el cauce fluvial del río en el punto más adecuado para ello, de acuerdo a los condicionantes constructivos establecidos por la Confederación Hidrográfica del Ebro, así como habilitar el tramo de enlace con el trazado del Camino Natural en servicio.

Para acelerar las actuaciones se contaba ya con la financiación del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Sin embargo, una parte del trazado del nuevo itinerario de enlace proyectado, así como la superficie para apoyo del estribo derecho de la pasarela, se ubican en la parcela nº 15099 del polígono 6 del catastro de Bozoo, situada en la margen derecha el río Ebro y perteneciente a Iberdrola. La Diputación se puso en contacto con la eléctrica y ambas partes valoraron el interés de suscribir un Acuerdo de cesión de uso de las superficies necesarias para el restablecimiento y acondicionamiento del Sendero GR-99 para lo que se necesitaba usar una superficie de 522,5 metros cuadrados. El acuerdo que se alcanzó fue la cesión de uso con carácter indefinido y como contraprestación económica, y de acuerdo a la naturaleza de los terrenos, se estableció el abono de un importe de 522,50 euros, a razón de un euro el metro cuadrado, por la Diputación Foral de Álava en un pago único tras la suscripción del acuerdo.

Gracias a eso y al impulso dado por la institución alavesa, el nuevo puente se pudo construir y la pasada semana ya se retiró la caseta de obra y solo resta recoger tablones y otros materiales que se han utilizado durante estos meses, para que el puente funcione como paso de personas.

Un sendero de gran recorrido El llamado Camino Natural del Ebro GR-99 es un Sendero de Gran Recorrido construido y acondicionado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente dentro del Programa de Caminos Naturales. El itinerario balizado, con más de 1.200 kilómetros de recorrido en sus 42 etapas de trazado a lo largo de la geografía, se inicia en el nacimiento del río Ebro en Fontibre (Santander) y siguiendo este curso fluvial, el más caudaloso del Estado, finaliza en el Delta del Ebro (Tarragona). El Camino atraviesa siete Comunidades Autónomas: Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.

El recorrido entra en Álava en el tramo final de la etapa 10, en el entorno de Baños de Sobrón, para continuar aguas abajo paralelo al río, por el límite sur del Territorio Histórico de Álava, discurriendo a través de las comarcas de Valles Alaveses y Rioja Alavesa para pasar después a la Comunidad Autónoma de La Rioja por la localidad de Oyón-Oion. El Camino Natural está integrado en la Red de Itinerarios Verdes de Álava y tiene una longitud de 78 kilómetros a su paso por la provincia.

El puente del balneario El llamado Puente Blanco, que tiene entre otros méritos que fue uno de los primeros construidos con hormigón armado en nuestro país, unía los dos balnearios o fuentes a ambos lados del río Ebro: el de Sobrón y el de Soportilla, construidos en el siglo XIX. El complejo gozó de mucho prestigio y llegó a albergar hasta 500 personas que tenían a su disposición todos los servicios y adelantos de entonces.

Manantiales del jurásico Los acuíferos son otros de los valores que no solo buscaron los inversionistas o los senderistas. El de Sobrón, también conocido antiguamente como el de “la salud” se encuentra en la margen izquierda del río Ebro y pertenece al municipio de Sobrón (Araba), mientras que el segundo, se sitúa en su margen derecha, perteneciendo al municipio de Villanueva (Burgos).

El acceso al manantial de Sobrón no presenta dificultad alguna y se realiza a pie desde el aparcamiento del esqueleto de un gran hotel abandonado. Desde ese punto, se deja el puente que cruza el río Ebro a mano derecha y se sigue adelante unos 40 m, en dirección al esqueleto del hotel, hasta que a la izquierda, aparece una cueva de aproximadamente 1,5 m de ancho y 1,80 m de alto, por donde mana el agua termal. Para ver el de Soportilla es necesario, aunque imposible actualmente, cruzar el puente destruido por la riada. Allí hay una pequeña cueva en cuyo interior, protegido por unas rejas colocadas en el siglo XIX, se encuentra el manantial.

Según un informe elaborado por técnicos del Gobierno Vasco, los manantiales de Sobrón y Soportilla constituyen un conjunto de aguas bicarbonatadas sódicas de carácter termal que en 1859 dieron lugar a la construcción de una pequeña casa junto al manantial de Sobrón, con el fin de dar albergue a los numerosos enfermos que se aproximaban a tratarse con las mencionadas aguas.

Durante los años siguientes fue tal la afluencia de gente que fue necesario construir una nueva casa junto a la primera. En 1879 se levantó un nuevo edificio contiguo a los anteriores con 110 habitaciones, pero tampoco fue suficiente, por lo que hubo que levantar un hotel, que se situó donde hoy se encuentra el esqueleto del nuevo. En aquel entonces, los manantiales termales de Sobrón y Soportilla dieron lugar a la construcción de un gran establecimiento termal que, durante décadas, fue conocido como el “Vichy español”.

Los dos manantiales se conocían, pero no así la potencialidad del acuífero que había a gran profundidad. Fue durante unas perforaciones petrolíferas cuando dieron con él a una profundidad de 590 metros, desde donde las aguas subieron a la superficie con un caudal de 600 metros cúbicos/hora. Pero no era petróleo, así que se abandonó y en la actualidad el agua surgente se vierte al embalse de Sobrón.