vitoria - Un año más, la cadena solidaria que conforman los principales supermercados del territorio, los miles de ciudadanos que desinteresadamente acceden a donar una parte de su compra y las centenares de personas voluntarias del Banco de alimentos de Álava empezó a funcionar ayer a la perfección durante la primera jornada de la gran campaña de recogida que anualmente organiza esta entidad. 83 establecimientos del territorio, entre súper y otras superficies de mayor tamaño, se han sumado a la sexta edición de esta iniciativa que tiene el ambicioso objetivo de salida de recoger 200.000 kilos de alimentos no perecederos, que servirán para lograr un stock adicional para la despensa del banco. La meta podrá alcanzarse hasta la tarde-noche de hoy, segunda y última jornada de la gran recogida, en la inmensa mayoría de los establecimientos, aunque algunos como el E.Leclerc de Zabalgana la prolongarán hasta mañana.

Las primeras sensaciones recogidas a pie de establecimiento volvieron a dejar patente que la solidaridad de los alaveses no es pasajera. En el Eroski de la plaza Lovaina, por ejemplo, a eso del mediodía dos personas voluntarias y un coordinador trabajaban sin respiro recopilando las donaciones y ordenándolas en las cajas en función del género. El aceite, el cacao en polvo, las conservas vegetales y de pescado, los alimentos infantiles y los pañales, además de otros productos considerados de primera necesidad son las prioridades.

Amparo Pina, clienta del establecimiento y que no dudó en sumarse a la campaña, remarcaba la “importancia” de ayudar a la gente con necesidad pero, a poder ser, a través de entidades contrastadas y con mecanismos de control como el banco. “Siempre que puedo dono. Esta vez he dejado aceite y Cola Cao, que son dos de las cosas prioritarias que piden”, aseguraba. Los voluntarios se encargan de guiar a la clientela sobre cuáles son esos productos que a priori más se necesitan.

Uno de ellos fue ayer Emilio Rodríguez, que tras ser contactado de víspera por teléfono tampoco tuvo dudas de echar una mano. “Ésta es la cuarta o la quinta vez que participo en la gran recogida. Se ve que sí hay meneo. A nosotros todo nos hace falta”, recordaba. La campaña pretende también sensibilizar a la ciudadanía sobre la necesidad que padecen todavía muchas familias alavesas, pese a que lo peor de la crisis haya pasado ya, así como fomentar el espíritu solidario y promover el consumo responsable.

Además de poder donar los productos en especie, la clientela de los supermercados tiene también la posibilidad de adquirir bono alimentos, por un mínimo de cinco euros. La suma de los importes de todos estos bonos, que en concreto se pueden adquirir en la red de Eroski y de BM, será donada al Banco de alimentos para que éste pueda adquirir durante todo el año los productos o alimentos que se precisen según las necesidades de cada momento.

Si la entidad logra su objetivo de salida -los 200.000 kilos recogidos en especie, a los que habría que sumar 56.000 adicionales gracias a estos bonos- la entidad calcula que podrá llegar a más de 1.000 familias del territorio, con cerca de 5.000 personas beneficiarias. En condiciones normales, esta campaña puntual aporta a la despensa del Banco alrededor de un 30% de los productos disponibles en todo el año.

Luis Alfonso Espáriz, voluntario del banco y coordinador de dos supermercados Eroski durante esta campaña, se felicitaba también ayer por la buena respuesta ciudadana. “Hemos empezado a las 9.00, llevamos tres horas y el ritmo va muy bien. Esperamos seguir así”, confiaba desde el establecimiento de la calle Lovaina, donde realizaba un nuevo llamamiento a la solidaridad ciudadana. “Siempre hay necesidad. Ojalá no hiciera falta esto”, asumía.