a temporada 1980-81, tras lo vivido la campaña anterior, va a ser la del canto del cisne para el Deportivo Alavés. Tan cerca estuvo el ascenso a Primera División durante muchas jornadas de la 1979-80, que la desilusión entre los aficionados es grande. ¡El palo ha sido muy fuerte! Nadie comprende como un equipo que se mostró tan redondo en muchas fases del campeonato liguero, acabase pidiendo la hora, que finalizase la competición, para evitar males mayores. La situación económica del club es critica y caótica, mediada la anterior temporada la directiva ha tenido que avalar unas cantidades para capitalizar el club. Incluso han puesto su firma en los avales gente como el entonces entrenador Txutxi Aranguren y el gerente Txema Zarraga, implicándose al máximo en el intento de enderezar una nave que no encuentra su ruta. Estos avales perseguirán durante mucho tiempo a los firmantes. La parte técnica de esta temporada, 1980-81, la lleva José María García de Andoin, futbolista albiazul en la temporada 1957-58 y ex secretario técnico (entrenador) en la 1971-72, que sorpresivamente se ha hecho cargo del equipo. Y escribo sorpresivamente porque incluso el presidente, Hipólito Lalastra, en la presentación del equipo a principios de temporada, lo anunció como el preparador físico del Deportivo Alavés, pero el bilbaíno no solo se preocupa de la parcela física, se encarga absolutamente de todo lo que concierne a un equipo en el puesto de entrenador. Y los resultados, ante la sorpresa general, están siendo excelentes.

El domingo 29 de marzo, en la matinal del Estadio Vicente Calderón, el Deportivo Alavés se presenta en su enfrentamiento contra el Atlético Madrileño, a cuatro puntos del líder Rayo Vallecano y a tres de los otros dos equipos, Castellón y Elche, que también ocupan plazas de ascenso directo a Primera División. Se han ido hombres importantes en la plantilla albiazul, pero aún quedan restos, restos importantes, del otrora llamado ‘Barcelona de Segunda División’. Futbolistas que están dando un rendimiento óptimo como Urrecho, Amuchástegui, Urdazi, el veterano Sánchez Martín o las jóvenes promesas Iñaki Ocenda y López Rekarte. Pero dos futbolistas sobresalen del resto, dos ‘Juanes’, Juan Morgado y Juan Señor.

Morgado cumple su quinta temporada en Mendizorroza, donde es conocido con el sobrenombre de ‘El Cacique’ por los aficionados albiazules. Desde su posición de defensa libre, por detrás de tres defensores, ha sido, sigue siendo para García de Andoin, un hombre clave en el armazón defensivo del equipo. En los cerca de los sesenta años que llevo viendo al Deportivo Alavés, ‘Juanito’ Morgado es uno, para mi gusto, de los futbolistas más elegantes, efectivos y brillantes que han defendido la camisola albiazul a lo largo de su historia. Si Morgado, en sus años brillantes en Vitoria, no fue llamado a la selección nacional, se debió a que jugaba en Segunda División. El otro Juan, Juan Señor, es un joven centrocampista madrileño de veintidós años, tercera campaña en el Deportivo Alavés, que ha explotado todo su potencial futbolístico que asomaba en temporadas precedentes. Técnica, agilidad, rapidez, golpeo de balón, visión de juego, desparpajo y capacidad goleadora, es el máximo goleador del equipo, son sus señas de identidad. Señas que le llevarán a ser cuarenta y una veces internacional con España. Los dos ‘Juanes’ lideran a un equipo que, en una lluviosa mañana, se impone al filial del Atlético de Madrid (1-2). Ocenda y Señor hacen los goles albiazules, que meten en la pelea por el ascenso a Primera al Deportivo Alavés a falta de ocho jornadas. Los albiazules se quedan a tres puntos del ascenso y el 5 de abril llega el vicelíder, Castellón.

‘Quini’

Altavoces del Vicente Calderón: “El club Atlético de Madrid expresa su júbilo por la liberación de Enrique Castro ‘Quini’ y ruega el aplauso que testimonie el gran cariño que le profesamos”. ‘Quini’, secuestrado el 1 de marzo, había sido liberado el 25 del mismo mes.

“El Alavés venció con claridad. Su valía técnica y su experiencia superaron a un luchador filial. Los de García de Andoin fueron mejores y controlaron el centro del campo, y su defensa se impuso sin grandes problemas a los ataques rojiblancos”.

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