No se hizo esperar el primer gol de Asier Villalibre con la zamarra del Racing de Santander. Este sábado, cuando corría el minuto cinco del duelo entre el cuadro cántabro y el Castellón en El Sardinero, el delantero de Gernika aprovechó un buen pase interior para definir a la perfección y adelantar así a su nuevo equipo, que terminó ganando por 3-1.

El Búfalo, además, provocó la pena máxima para sentenciar el duelo. Sin la confianza de Eduardo Coudet en el Deportivo Alavés, salió cedido hace unos días para, de nuevo en Segunda División, demostrar que tiene nivel para el fútbol profesional y, por qué no, convertirse en uno de los líderes del proyecto racinguista, con la idea de regresar a la máxima categoría.

En su segunda etapa con el Glorioso, quien lo firmó el verano pasado por cuatro temporadas (2028), Villalibre apenas ha podido jugar 448 minutos, repartidos en 18 encuentros. Una cifra insuficiente, tanto con el Chacho como con Luis García, para dejar huella con la elástica albiazul. Nadie le quitará nunca, eso sí, el tanto del ascenso en Orriols.