A primera hora de este martes, el vídeo de ‘El Día Después’ que dedicaba un reportaje a la veterana aficionada albiazul Asun Gorospe superaba las 330.000 visitas. En poco más de tres minutos, la fiel seguidora del conjunto babazorro transmitía su amor, pasión y lealtad por el equipo de sus amores, conmoviendo a todo el alavesismo.
Las respuestas en redes sociales no tardaron en reflejarlo. Fueron muchos los aficionados albiazules, jugadores del primer equipo y exjugadores que quisieron agradecer y mostrar su cariño a Asun por su fidelidad inquebrantable al Deportivo Alavés durante los últimos 80 años.
Ahí están los casos de Antonio Blanco, Abde o Luis Rioja. El primero de ellos respondió a la publicación del programa deportivo con un claro y directo: Asun, junto a un corazón azul, una cara sonriente y otro corazón realizado con las manos, mientras que el extremo argelino también fue de lo más conciso para profesar su cariño hacia Asun al postear “La mejor aficionada del Glorioso”, junto a un corazón blanco y otro azul. "Un trocito de piel de cada uno de nosotros, gracias Asun".
SUFRIMIENTO EXTREMO
Y no fueron los únicos cautivados por el sentimiento y la entrega con la que Asun vive los partidos en Mendizorroza. Tal como se muestra en el vídeo, sufre y vibra intensamente con cada jugada del equipo.
“Con dos partidos que ganemos, nos salvamos”, dice esperanzada, mientras se acomoda en su asiento. “O sea que si ganamos hoy, no nos falta más que uno. Lo que pasa es que si bajamos... no me va a dar tiempo a verle subir”, lamenta, con una mezcla de ternura y resignación.
La reportera la acompaña en su llegada al estadio y no tarda en darse cuenta de que Asun es, sin exagerar, una institución en Vitoria. Alterna saludos y besos con otros aficionados como quien saluda a una leyenda. Y en cuanto toma asiento, empieza el ritual: su amuleto, su bufanda... y a sufrir.
"Que si sufro... los de al lado ya me dicen: te vamos a enterrar aquí. El mejor sitio”
“Sufro mucho”, confiesa entre suspiros. “Que si sufro... los de al lado ya me dicen: te vamos a enterrar aquí. El mejor sitio”. Y lo dice convencida, con una sonrisa que es puro orgullo.
Con 88 años a sus espaldas y 80 como socia del club, Asun lo ha vivido todo. “Mi padre me hizo socia con siete años. He visto hasta Regional”, recuerda. “En mi vida he faltado solo a seis partidos en Mendizorroza, y todos con causa justificada: una vez porque nació mi hijo, otra porque mi marido se puso malo, otra porque estaba en Bilbao y el puerto estaba cerrado por la nieve… Cosas muy contadas”.
Durante el partido, cada decisión del árbitro la vive con intensidad. “¡No ha sido falta! Pero qué faltita… si se ha tirado”, protesta. Luego, bromea con ironía: “¡Oye, esa también eh, guapo!”, dirigiéndose al colegiado.
Los ataques del Atlético la tienen en vilo. “¡Ay, Sivera!”, exclama, llevándose las manos al rostro. Prefiere no mirar. A veces baja la cabeza, otras, aprieta los puños. Pero no se mueve. No abandona. Porque Mendizorroza es su casa.
Toda una vida en esas gradas ha hecho que Asun no solo anime, sino que parezca dirigir al equipo desde su sitio. Para ella, el Deportivo Alavés no es solo un club: es su vida.
Y mientras Asun esté, no habrá un solo partido en Mendizorroza en el que no le cante a su querido Glorioso. Porque si hay alguien que encarna lo que significa ser del Alavés, esa es ella.
Su historia ha emocionado a tantos que las redes se han llenado de mensajes de admiración y cariño. La cuenta de Banquillo Albiazul lo resumía en una frase rotunda: “Larga vida a Asun. Un ejemplo de alavesismo”. Para Lucas 21, su conexión con ella es personal: “La conozco desde que era bien pequeño, ya que es amiga de mi abuela. Siempre que la veo por la calle lleva algo del Alavés —ya sea la camiseta o, si no, va escuchando la radio para seguir lo que hacen otros equipos. Esta es la que se merece un verdadero mural en Mendi.”
También hay voces como la de Ane, que reflejan lo que Asun representa para quienes comparten grada con ella: “Desde que me hice socia, siempre la he visto apoyar al equipo con un compromiso incondicional. Es algo súper bonito de ver y sentir cómo vive su admiración por el club, porque ella representa perfectamente que, sin su afición, el Alavés no sería lo que es”.