Las Gloriosas sueñan con el ascenso a la élite dentro de unas semanas, pero Laura Navajas es precavida y no quiere pensar más allá del partido ante el Villarreal. La mediocentro albiazul, que vive su segunda etapa en Vitoria, confía plenamente en las posibilidades del Alavés. Dos de los tres finales se jugarán en Ibaia y bajo el calor de la afición el equipo se crece.
El Alavés llegó al parón como líder. ¿Cuáles son sus sensaciones?
La verdad es que la situación se ha vuelto favorable otra vez y estamos contentas por el panorama que se nos ha presentado. Sin embargo, eso no significa que nos vayamos a relajar, sino al revés, ahora tenemos tres partidos que son tres finales y tenemos que ir día a día. Ojalá podamos conseguir algo bonito.
Lo que tenemos en mente es no relajarnos porque cualquier equipo te puede competir y ganar
Ya queda muy atrás aquella racha negativa de resultados. ¿Fue duro?
Al final, realizar una temporada impecable es prácticamente imposible y en especial con la exigencia de nuestra liga. El bache nos vino en el momento oportuno, es decir, al inicio del año. Aunque fue duro vivirlo, también nos unió y aprendimos mucho de esa experiencia para saber qué estábamos haciendo bien y qué mal. La verdad es que salimos más fuertes y más unidas que nunca de aquellos resultados negativos, y ahora estamos con muchas ganas de poder acabar la temporada como nos merecemos.
Han metido presión con sus resultados al Alhama hasta darle la vuelta a la situación. ¿Cómo van a gestionar el volver a estar arriba?
Intentamos estar concentradas en nosotras mismas porque muchas veces cuando diriges la energía a otros equipos, puedes perder el foco. Por lo que intentamos ignorar un poco lo que hace el Alhama, pero sí que es cierto que también tenemos presente que ahora están ahí detrás. En ese sentido, creo que lo vamos a gestionar bien porque ya hemos vivido las dos situaciones, es decir, hemos sido líderes durante muchas jornadas y luego también hemos experimentado lo que es estar por detrás y tener que recuperar el liderato. Al final, como hemos vivido ambas situaciones, esa experiencia juega a nuestro favor y nos vendrá bien para saber gestionar este momento.
Aunque van día a día, seguro que de reojo han observado el calendario y los partidos que les quedan...
Lo que tenemos en mente es no relajarnos porque cualquier equipo te puede competir y ganar. Todos los detalles cuentan y en un punto se te puede ir la temporada. Lo que debemos hacer es intentar competir cada partido como si fuera el último.
¿Alguno de esos tres encuentros les genera más tensión?
Preferimos no pensarlo, solo tenemos en mente el siguiente partido que es el del Villarreal. Lo jugamos en casa y lo tenemos que ganar. Todo empieza por sacar ese encuentro y ver qué sucede en la jornada.
Nos centramos en jugar todas juntas y somos un buen bloque y trabajamos así desde el principio de curso
¿La palabra ascenso es todavía tabú dentro del vestuario?
Así es. Al final muchas veces intentas no pensar en la palabra ascenso porque no deja de ser el resultado de una temporada y todavía nos quedan tres jornadas para terminar esta campaña y preferimos ir día a día.
¿Cuál fue el mensaje de Andrea Esteban antes del parón?
Tranquilidad y calma. Ahora llega el final de temporada y puede haber muchos fantasmas en la cabeza. Que si el ascenso directo, que si el play off, que contra quién juegas… Lo que nos han transmitido es que nos debemos centrar en el primer partido ante el Villarreal e ir con toda nuestra energía para sacarlo. Tampoco podemos pensar a largo plazo porque vamos a estar descentradas. Al final, hasta que no llegue el día, no queremos pensar en celebraciones, solo en trabajar y en los partidos que nos quedan.
¿Quién es el peor enemigo: los rivales que les quedan o la mente?
Tu peor enemigo muchas veces es la cabeza y no queremos salirnos del foco actual que ahora mismo es ganar al Villarreal. Luego nos centraremos en el siguiente partido y después el siguiente. El resto ya se verá y lo que tenga que venir, pues ya vendrá.
En el vestuario hay jugadoras que han vivido éxitos en el Alavés.
Sí, ellas son la experiencia del equipo y nos sirven como ejemplo para mantener la cabeza fría, no dar nada por hecho y seguir trabajando y esforzándonos hasta el final. Nos fijamos mucho en ellas y las seguimos.
Hemos vivido muchas cosas que nos han hecho ser la familia que somos
Si por algo destaca este equipo es por el trabajo grupal. ¿Lo ve así?
Nos centramos en jugar todas juntas y somos un buen bloque y trabajamos así desde el principio de curso. En los resultados se está viendo que no destaca siempre la misma jugadora y que sí lo hacemos como grupo.
¿Cree que este año es un trabajo que da continuidad al proyecto del ejercicio 2023-24?
El año pasado fue a modo de transición. Fue como empezar de cero y los principios siempre son complicados. Sin embargo, al final de la temporada pasada ya se vio que se acabó de manera fuerte y este año es la continuidad de esas ideas y de ese trabajo. Es más, tenemos el techo muy alto.
¿Cómo ha sido su adaptación?
Al principio de temporada siempre te adaptas al estilo de juego y a lo que te piden los entrenadores y el equipo. Y la verdad es que me siento acoplada y con las ideas claras. Al final, me gusta la intensidad, correr, presionar y ayudar al equipo con coberturas.
¿Considera clave que el Alavés destaque por un juego tan físico?
Sí, entrenando sí que trabajamos el físico porque a menudo puede que no estés bien con el balón y es ahí donde el físico saca los partidos. Aunque a veces no tengamos el mejor encuentro tácticamente –porque no siempre vas a tener tu mejor rendimiento– el físico siempre te va a ayudar.
¿El buen ambiente del equipo es otra de las claves del éxito?
Esta temporada hemos tenido de todo; una racha muy buena en la primera vuelta que era casi impensable y luego un bajón grave que nos unió más y del que salimos más fuertes. También hubo días donde remontamos con una jugadora menos y todo eso nos ha ayudado a ser lo que somos ahora. Al final hemos vivido muchas cosas que nos han hecho ser la familia que somos y estoy segura que todo eso nos va a ayudar a sacar los partidos que nos quedan.
¿Qué tal su regreso a Vitoria?
Muy bien. Para mí Vitoria es como mi casa. Al final, las personas que somos de Miranda hacemos mucha vida aquí y para mí es un orgullo el poder vestir los colores del Deportivo Alavés. Además, aún conocía a ciertos trabajadores del club de cuando estuve por el año 2017. También había escuchado hablar de algunas compañeras porque Vitoria es pequeña y al final nos conocemos todos. Desde que llegué, la gente ha sido muy amable e hicimos un grupo muy rápido. La adaptación fue buena, así que desde el primer día he estado contenta.
Sí ganan todos los partidos, podrían irse a 59 puntos. ¿Lo imaginaba?
Cuando empezamos la pretemporada teníamos ciertas ideas, pero estamos demostrando de lo que somos capaces y existe la ambición de terminar de la mejor manera posible.