El Deportivo Alavés no levanta cabeza ni con el inicio del año. El conjunto vitoriano, tras caer derrotado frente al Girona en un desenlace de partido trágico para las aspiraciones albiazules, encadena ya siete encuentros de liga sin conocer la victoria y se acerca paulatinamente al abismo del descenso conforme avanzan las jornadas.

La distancia con la zona roja es mínima y, en caso de no cortar esta mala dinámica, el equipo babazorro podría entrar en puestos de descenso en la próxima jornada. Algo inédito desde el regreso a la élite la pasada temporada.

Stoichkov disputa un balón durante el Espanyol-Alavés Alavés

En concreto, el margen con el Espanyol, el rival directo que delimita el descenso y con el que el Alavés cayó derrotado en su día por 3-2 en Cornellà, es de un único punto, por lo que la situación se antoja delicada en las oficinas del Paseo de Cervantes.

La racha que atraviesa el Deportivo Alavés es la peor de esta temporada, pero con ciertos matices. Es decir, el Glorioso sufrió cinco derrotas consecutivas entre la séptima y undécima jornada del campeonato liguero, por lo que no sumó ningún punto a lo largo de ese tramo del campeonato, pero acumula en la actualidad siete jornadas sin ganar, en las que ha registrado tres derrotas y cuatro empates.

Ahora bien, los puntos sumados ante Osasuna, el Athletic y el Valencia no terminan de aliviar al plantel de Eduardo Coudet, que sigue sin certificar el tan ansiado triunfo que brinde un balón de oxígeno en una lucha por la permanencia que cada vez concede menos respiros en las filas albiazules.

De hecho, el técnico argentino todavía no sabe lo que es ganar al frente del Deportivo Alavés, ya que su balance es de tres empates y dos derrotas, entre la sufrida ante el Girona y la eliminación de Copa en los penaltis.

El 'Chacho' Coudet da instrucciones durante el derbi ante Osasuna Oskar Montero

Sucesión de errores

Si bien el Deportivo Alavés hizo méritos para, al menos, arrancar un empate ante el Girona, el equipo volvió a tropezar con la misma piedra y dijo así adiós a un botín que, sin ser la panacea, sí hubiera sido valioso para alimentar cierto optimismo.

Sin embargo, un nuevo error defensivo de Diarra no solo propició la victoria gironí, sino que certificó la séptima jornada consecutiva en la que el Glorioso fue incapaz de dejar su portería a cero.

La fragilidad defensiva constituye ahora el eslabón más débil del Deportivo Alavés y se convierte, una vez más, en el principal objetivo a mejorar en la segunda vuelta del campeonato.

La permanencia es una quimera para un equipo que encaja goles con tanta facilidad como lo hace el de Coudet. Tan solo el Valladolid, penúltimo clasificado, ha recibido más tantos (37) que la escuadra vitoriana (31) hasta el ecuador de la temporada. 

Toni Martínez se lamenta de una de sus ocasiones desaprovechadas en el duelo de Copa ante la Deportiva Minera Área 11

Débil en las dos áreas

Es decir, el Alavés recibe, por encuentro, una media de 1,6 goles. O, dicho de otro modo, la formación de Mendizorroza se ve obligada a marcar dos goles en cada partido si quiere tener opciones de puntuar.

Y en los últimos tiempos, el acierto de cara a portería también se ha convertido en un problema para un grupo que, sin ir más lejos, falló las dos ocasiones más claras del encuentro ante el Girona.

  • Portería a cero. En liga, el Alavés tan solo ha dejado la portería a cero en tres ocasiones. La última de ellas data del pasado 1 de noviembre en la victoria frente al Mallorca, que es precisamente el último triunfo logrado por el equipo vitoriano. El Villarreal (1) y el Espanyol (2) son los únicos equipos que en menos ocasiones han dejado su portería a cero.
  • Goles encajados -1,6 El Deportivo Alavés es el segundo equipo del campeonato, junto al Espanyol, que más goles recibe (31). Tan solo el Valladolid, penúltimo clasificado, ha encajado más tantos (37).

Lo cierto es que ninguna combinación en la retaguardia termina de ofrecer resultados en forma de solvencia defensiva y la sensación es que el Alavés encaja gol al mínimo acercamiento de su adversario.

Ante el Girona, Diarra cumplió con creces su cometido en el eje de la zaga hasta el fatídico instante en el que cometió su grosero error en el despeje. Pero es evidente que los integrantes de la defensa no terminan de consolidar una fiabilidad similar a la del pasado ejercicio, donde el Alavés destacó sobremanera por su rigor en las tareas defensivas.

Hasta la fecha, la realidad es que la plantilla alavesista se encuentra muy por debajo de las expectativas generadas en verano. Entre los factores que han condicionado al Glorioso en la primera vuelta destaca la poca aportación de futbolistas llamados a ser importantes, sobre todo si se analiza el rendimiento de los fichajes estivales.

En definitiva, el cambio en el timón no ha supuesto una gran reacción en lo que a la clasificación se refiere. Sí parece observarse una querencia por plasmar un juego combinativo en la medular, pero el Alavés sigue cometiendo los mismos errores en ambas áreas y, en ese sentido, muy poco puede hacer Eduardo Coudet ante las desconexiones individuales.