Manu García, uno de los grandes capitanes de la historia del Deportivo Alavés, ha colgado este martes las botas. Así lo ha anunciado el propio exjugador gasteiztarra, de 38 años, mediante un vídeo publicado en X (Twitter) que muchos aficionados babazorros y antiguos compañeros están aprovechando para reconocer su exitosa carrera sobre los terrenos de juego, la cual ha dado de sí más de dos decenios de fútbol.
“Hace unos meses me di cuenta de que esta aventura que iniciamos siendo un niño había terminado. Me siento agradecido y feliz por todo lo que hemos conseguido; pero, sobre todo, por cómo lo hemos hecho. La evolución personal que he tenido desde que acudía de pequeño a las gradas de Mendizorroza hasta hoy no se podría explicar sin este deporte tan apasionado que ha guiado mi vida”, arranca Manu su despedida.
En el vídeo, el gasteiztarra reconoce el papel tan importante que ha jugado su familia desde sus primeros pasos en el San Viator y agradece, además, el apoyo de todos aquellos que han compartido junto a él este bonito camino. “Un viaje que empezó sin darnos cuenta, en abril de 1994 en el polideportivo Las Gaunas, y que acabó el 27 de mayo del 2023, con el gol al Albacete en el Carlos Belmonte”, relata el eterno capitán albiazul.
Manu, como no podía ser de otra manera, también abre su corazón al hablar del club babazorro, al que, asegura, seguirá “animando” desde la grada. “Nueve años. Los más especiales, los que más he disfrutado y en los que mayor rendimiento he dado. Eskerrik asko, Alavés. Me cambiaste la vida para siempre, cumpliendo todos y cada uno de mis sueños”, manifiesta después de repasar su trayectoria.
Antes de firmar con el Glorioso en 2012, Manu pasó por Zubieta, sin llegar a debutar con el primer equipo de la Real Sociedad, y defendió los escudos del Girona, Real Unión, Eibar y UD Logroñés. Esa experiencia en el fútbol modesto le forjó para, a su llegada a Mendizorroza, ser capaz de liderar el resurgir alavesista desde el barro hasta la máxima categoría, que comenzó con otro gasteiztarra, Natxo González, en el banquillo.
308 son, en concreto, los encuentros en los que Manu vistió la camiseta del Alavés desde su debut oficial como babazorro, el 25 de agosto del 2012 ante el Barakaldo. Una cifra que solo supera Martín Astudillo (346) en la lista de históricos con más partidos y que le coloca por delante de otras leyendas como Pablo Gómez (295), su fiel amigo Víctor Laguardia (285), Óscar Téllez (275), Miguel Iborra (271), Juan Gorospe (269), etcétera.
Hitos, por supuesto, dejó muchos, si bien cabe destacar cuatro por encima del resto: los dos ascensos –inicialmente a Segunda y luego a Primera División– que protagonizó en los años 2013 y 2017; la final de Copa del Rey disputada contra el Barcelona en el Vicente Calderón; y, cómo no, la heroica permanencia lograda en Jaén. Sin esta hazaña en tierras andaluzas, el gran renacer del Alavés no hubiera sido posible.
HUELLA IMBORRABLE
El legado de Manu en el Glorioso, sin embargo, va mucho más allá de lo deportivo. Durante nueve temporadas, él fue el elegido para vivir el sueño de todo niño y niña que acude habitualmente a las gradas de Mendizorroza. Transmitió y representó como nadie lo que significa defender este escudo e, incluso, no dudó en dar un paso al lado y pasar página cuando lo vio necesario, anteponiendo los intereses del club a los suyos propios.
Esto último, además, lo hizo a sabiendas de que, al marcharse en 2021, ya sería casi imposible cumplir otro de sus propósitos, como era retirarse en su equipo. “Cerrar algo que quieres tanto, que sientes tanto... es muy complicado. Me hubiera encantado quedarme toda la vida como futbolista del Alavés, pero sabía que este día podía llegar y me voy orgulloso y feliz”, dijo en una entrevista con este periódico por entonces.
LAS REDES SE VUELCAN
Al conocer la noticia, tal y como se ha avanzado, han sido muchos los aficionados, antiguos compañeros y clubes que han querido reconocer su trayectoria de leyenda. “Qué enorme placer, Manuel. Qué carrera tan bonita y trabajada. Un ejemplo absoluto. Recuerdos inolvidables juntos. A disfrutar de lo que venga”, le ha escrito, por ejemplo, Dani Pacheco, otro de los protagonistas del histórico regreso a la máxima categoría.
Tampoco ha faltado, cabe mencionar, la respuesta de Ander Guevara, quien ha recogido su testigo como capitán gasteiztarra y alavesista: “¡Grande. Manu! Zorionak por una gran carrera. Mucho respeto y admiración por todo lo que has hecho, ya lo sabes. ¡A seguir disfrutando!”. Está por ver si, tarde o temprano, no se reúnen para seguir llevando al Glorioso a lo más alto, aunque uno de ellos ya no lo vaya a hacer sobre el césped.