Vitoria-Gasteiz vuelve a brillar en una grande cita del ciclismo. Y lo hace con matrícula de honor. La capital alavesa ha sido el punto de partida de la 18ª etapa de La Vuelta, en una mañana en la que la afición gasteiztarra no ha fallado en su cita con los mejores ciclistas del momento.
El parking de Mendizabala se transformó en una auténtica fiesta. Desde las 10:30 hasta las 13:15, cuando los ciclistas dieron inicio a la etapa arropados por una multitud, el recinto fue un hervidero de aficionados de todas las edades que fue sumando adeptos con el paso de los minutos.
La organización no tardó en subrayar lo evidente a este periódico: “En los 20 días de La Vuelta, Vitoria es donde más gente hay”. Y no era para menos. El tiempo acompañó durante toda la jornada, permitiendo que cada uno de los actos previos a la etapa se desarrollara con un rotundo éxito. Conforme avanzaba la mañana, el recinto de Mendizabala se abarrotaba hasta el punto de que no cabía un alfiler.
Cada asistente pudo llevarse un pedazo de La Vuelta a casa. La caravana del ‘merchandising oficial’ repartió gorras a todo aquel que lo deseara, y en los puestos habilitados en el lugar se ofrecían regalos como bolsas con café, leche, barritas proteicas y agua. Eso sí, hubo que armarse de paciencia para hacerse con el obsequio.
La organización cuidó hasta el más mínimo detalle de un evento televisado en 54 países, con la belleza de Gasteiz y Álava en primera plana del escaparate internacional. Para amenizar la espera, a partir de las 11:30 el escenario principal se convirtió en el epicentro de un espectáculo, donde cuatro ciclistas dejaron boquiabiertos a los presentes con sus impresionantes trucos de equilibrio.
El ambiente, "inmejorable"
Además, el recinto contaba con un par de tiendas de ropa de ciclismo, y los más astutos aprovecharon las ofertas. “Ahora que todavía no han empezado las clases, hay muchísima gente y el ambiente es inmejorable. Es un lujo ver a los equipos y cómo organizan toda su logística”, comentó Gorka, un aficionado presente en la cita.
La presentación de los equipos fue recibida con una ovación ensordecedora, en especial para los ciclistas locales. Sin embargo, la afición vasca, siempre respetuosa y apasionada por la tradición ciclista, también dedicó calurosos aplausos a figuras como Sepp Kuss, Richard Carapaz, Ben O’Connor y Primoz Roglic. “El ambiente es espectacular, y es una maravilla que los chavales puedan acercarse tanto a sus ídolos”, señaló Maite, una aficionada que acudió junto a su hijo.
El 'Landismo', muy vivo
El comienzo de la 18ª etapa de La Vuelta dejó claro que el ‘Landismo’ sigue siendo un fenómeno global. “Nosotros apoyamos a Mikel siempre”, afirmó Maite con orgullo, mientras que Paco, otro aficionado que manifestó que "es un privilegio que La Vuelta salga desde Vitoria", proclamaba a viva voz: “Soy fan del Landismo”.
Por cierto, los otros alaveses presentes en la prueba, Oier Lazkano e Ibon Ruiz, también desataron pasiones entre la afición.
Al filo de las 13:00 horas, la salida neutralizada se convirtió en un mosaico de centenares de espectadores. Algunos se concentraron en la curva a la salida de Mendizabala, mientras que otros no perdían de vista a sus ídolos desde la línea de salida.
No faltaron los móviles y cámaras, listos para inmortalizar un evento que Vitoria-Gasteiz y Álava esperan albergar de nuevo en un futuro cercano, ya que la afición vitoriana ha dejado más que claro que está a la altura de las grandes citas ciclistas.
Rostros muy conocidos se dejaron ver por la mañana en el parking de Mendizorroza. Además de las principales autoridades políticas o Joseba Beloki, quien no quiso perderse el inicio de la etapa en la Vuelta en Vitoria fue, entre otros, Alfonso Fernández de Trocóniz, presidente del Deportivo Alavés.