El fútbol no siempre es justo, y así pudo comprobarlo el Deportivo Alavés este sábado en Mendizorroza. Aunque los babazorros ofrecieron una versión mucho más convincente que Las Palmas y disfrutaron de las ocasiones más claras de la contienda, su falta de puntería en ataque, y un gol de Kirian en la única oportunidad visitante de la tarde, hizo que terminaran cayendo por la mínima (0-1) en la decimosexta jornada del campeonato.
Centrado de nuevo en la Liga, Luis García Plaza modificó por completo el once por el que había optado en la eliminatoria copera frente al Terrassa y, al mismo tiempo, introdujo un único cambio, y por obligación, respecto al que inició en la reciente visita a Son Moix. Con la idea de cubrir la ausencia del sancionado Guevara, titular indiscutible hasta ese momento, se retrasó a Guridi al doble pivote y Hagi fue la gran novedad en la mediapunta.
El Alavés, tal y como hace siempre que juega en Mendizorroza (15.971 espectadores), arrancó el partido con mucha personalidad, y eso puso en serias dificultades a Las Palmas. Aun conscientes de que tendrían menos posesión que su rival, los babazorros no renegaron ni mucho menos de ser protagonistas con el balón y, gracias a ello, pudieron merodear el área canaria de forma constante durante los primeros minutos.
De esta manera, con los locales imponiendo su habitual ritmo vertiginoso, apareció una oportunidad sin igual para estrenar el electrónico, pero Samu no supo aprovecharla. En un contragolpe ideal, Guridi encontró a Abde con un envío en largo y el extremo argelino, ya en la línea de fondo tras recorrer varios metros, asistió al nueve melillense, quien, a puerta casi vacía, remató desviado, provocando así el desconcierto de todo el estadio.
A partir de dicha ocasión, y a medida que pasaban los minutos, Las Palmas fue asentándose mejor sobre el césped, con posesiones más largas y permaneciendo más tiempo en campo gasteiztarra. Mientras tanto, el Alavés siguió creando las mejores ofensivas, pero, sobre la media hora de juego, recibió un duro castigo por su falta de efectividad. En el primer acercamiento interesante, Kirian adelantó a los canarios con un disparo desde la frontal.
Pese al varapalo sufrido, los albiazules continuaron con su plan, que no les había funcionado mal hasta ese momento, y tuvieron otra gran ocasión antes de llegar al descanso. Asistido esta vez por un pase profundo de Hagi, Samu rompió al espacio, se plantó mano a mano con Valles y su definición, para la desesperación de Luis García en el banquillo, golpeó en la rodilla del propio guardameta amarillo, actual Zamora de Primera División.
Así las cosas, Mendizorroza se marchó al intermedio con un sabor muy amargo. No debido a la imagen de su Alavés, que había sido bastante superior a los puntos, pero sí por el resultado desfavorable, fruto de la falta de efectividad de cara a portería. Positivo fue, al menos, que el equipo estaba funcionando sin Guevara -gracias, en parte, a la buena actuación de Guridi-. Ahora bien, el mayor protagonista de la primera mitad fue Abde.
MÉRITOS DE SOBRA EN LA SEGUNDA PARTE
Ya en la reanudación, el Glorioso marcó el gol del empate, aunque este no subió al marcador. Munuera Montero, con la ayuda del VAR, anuló un tanto a Samu por fuera de juego y dicha decisión, a priori acertada, obligó a que los locales fueran tomando cada vez más riesgos en busca de la igualada. Benavídez (Hagi), Sola (Abde), Blanco (Kike García), Abqar (Tenaglia) y Rioja (Ropero) fueron los cinco cambios que realizó Luis García.
Conforme con su ventaja, Las Palmas afrontó la recta final con la intención de que el Alavés jugara lo menos posible, ya fuera con posesiones largas, interrupciones o pérdidas de tiempo. Aun así, el cuadro gasteiztarra igualó la contienda, pero su gol, de nuevo de Samu, volvió a ser anulado por otro fuera de juego milimétrico. Vista esa acción, y las que llegaron después, puede decirse, sin reparo alguno, que el fútbol no fue justo en Mendizorroza.
Kike tuvo dos oportunidad claras que sacaron Valles y Araujo en la línea de gol y Sola envió la pelota al palo en la última ocasión clara de la tarde -también pudo señalarse un penalti sobre el canterano Ropero-. 0-1 finalizó el encuentro y, pese al resultado, nadie puede poner en duda que este es el camino a seguir para lograr el objetivo.
