Las sensaciones con las que el Deportivo Alavés se ha marchado a este parón de selecciones son muy diferentes a las del anterior. Desde la pausa internacional ocurrida tras el empate contra el Real Betis, los babazorros han disputado cinco partidos –uno de ellos de Copa– y, pese a que los resultados no ha ido de la mano con sus méritos (2V-1E-2D), la imagen mostrada en todos y cada uno de ellos llama, sin lugar a dudas, al optimismo.
Buena muestra de esto último es la reciente actuación de los pupilos de Luis García Plaza en Montjuic. Aun no pudiendo sumar ningún punto, la valentía y el buen fútbol del Glorioso hizo disfrutar a todos aquellos alavesistas que pudieron seguir el choque, ya fuera por televisión o en el feudo blaugrana. El propio técnico madrileño definió a la perfección el sentimiento general en su comparecencia: “Me voy muy triste, pero también orgulloso”.
Durante la primera mitad del encuentro, el Alavés fue mucho mejor equipo que el Barça, lo cual es una utopía teniendo en cuenta las expectativas de cada uno, y solo la falta de eficacia le evitó completar su hazaña. Samu marcó el 0-1 muy pronto, pero dispuso de ocasiones para, por lo menos, aumentar esa renta a dos o tres goles. Algo que le hubiera dado mucho margen de maniobra a los albiazules de cara a afrontar la segunda mitad.
Tras el paso de los vestuarios, es cierto que la escuadra de Xavi Hernández fue muy superior, pero tampoco generó demasiado. Los dos goles de Lewandowski llegaron en dos acciones bastante aisladas e, incluso con el Glorioso agotado, los locales tuvieron que sufrir hasta que el colegiado, Busquets Ferrer, señaló el final del partido. Y todo lo anterior sin olvidar, por otro lado, las dos polémicas que hubo en el área culé durante la tarde.
El Alavés mereció más frente al Barça y lo mismo le ocurrió en sus visitas al Celta y el Villarreal. Aunque se sigue sin ganar lejos de Mendizorroza en Liga, la imagen en Balaídos y La Cerámica, donde se cosecharon dos empates, es mucho mejor que la que, por ejemplo, pudo verse en Cádiz. Si continúan en esta línea, los gasteiztarras terminarán encontrando premio, si bien les costará bastante más que en su visita copera al Deportivo Murcia.
El único partido de este breve tramo que no ha dejado tan buenas sensaciones es el del Metropolitano. Pese a que el resultado final fue el mismo que contra los blaugranas, los babazorros cometieron errores para encajar más, tal y como admitió Luis García en rueda de prensa, y solo el tanto postrero de Guevara les permitió soñar con las tablas. Aun así, cabe mencionar que el Atlético de Simeone es uno de los equipos más enrachados de Europa.
LA MALA NOTICIA
Ahora bien, la gran nota negativa de todo lo ocurrido entre estos dos parones no ha sido la actuación en el bastión colchonero, sino la grave lesión de Sedlar. El central serbio era un fijo en la retaguardia albiazul, pues aportaba la experiencia que todavía les falta a Abqar y Marín y perderle por lo que resta de temporada es un duro varapalo. Salvo sorpresa, el Alavés estará obligado a acudir al mercado de enero en busca de un sustituto.
Aun no habiendo sumado todo lo que merece, el Glorioso ha conseguido una renta de cinco puntos respecto al descenso en estos últimos cuatro partidos y esto se debe, en parte, a la proyección tan desoladora de los tres de abajo. El Almería de Gaizka Garitano, muy inferior en su reciente visita a Mendizorroza, apenas ha sumado tres unidades en trece jornadas y tanto el Granada como el Celta se han quedado con siete en su casillero.
La lógica lleva a pensar que alguno de los tres arrancará con el paso de las semanas, pero, de momento, la realidad es que el Alavés está en una situación clasificatoria muy buena. Luis García se ha ganado la confianza del Paseo de Cervantes y, con el carácter competitivo que está demostrando su equipo, nada hace pensar que las cosas se vayan a torcer en el futuro. A la vuelta del parón, habrá tres duelos clave: Granada (C), Mallorca (F) y Las Palmas (C).