El Alavés tiene un tesoro de valor incalculable en su afición. En el entrenamiento de este miércoles por la tarde, desarrollado en el estadio de Mendizorroza, cerca de 1.500 alavesistas acompañaron al equipo para brindar el último aliento de cara al próximo play off ante el Eibar. El fervor por el Glorioso se hizo notar durante toda la tarde. Y es que una hora antes de que se abrieran las puertas del feudo babazorro, las puertas de acceso 4 y 5 comenzaron a aglutinar a una marea albiazul que mostró su ilusión por acompañar a los de Luis García en otra sesión más.
El acceso a Mendizorroza se ejecutó al detalle para disponer de una entrada ordenada al estadio. Fue así como una de las hileras alcanzó el acceso de los autobuses a ‘Mendi’ y, la otra, estuvo cerca de llegar al acceso de las piscinas municipales. Tal y como lo previsto, a las 18.45 se abrieron las puertas para acceder al coliseo babazorro.
En cuestión de minutos la parte inferior de la tribuna se llenó del colorido albiazul de seguidores y seguidoras de todas las edades que lucieron con orgullo sus indumentarias del Glorioso. “La Asun”, una de las aficionadas más históricas del Alavés, se fundió en un emotivo abrazo con Sivera al término del entrenamiento, a quien le alentó para lograr el sueño de ascender a Primera.
La marea albiazul no dejó de mostrar su afecto al cuerpo técnico y a los jugadores que componen la plantilla del Alavés. De hecho, durante la explicación del último ejercicio de la sesión vespertina, Luis García tuvo que pedir unos instantes de silencio para poder comentar las consignas a sus pupilos ya que los decibelios impedían la comprensión de la tarea. La grada, evidentemente, echó una mano al técnico babazorro, quien agradeció después la predisposición y los inagotables ánimos mostrados por la afición congregada en Mendizorroza.
Unidos por un sueño
El deseo de la parroquia albiazul por regresar a la máxima categoría se hizo notar desde los primeros segundos. El entrenamiento del Alavés estuvo acompañado por los cánticos que cada dos semanas hacen de Mendizorroza una auténtica fiesta del fútbol.
Cada gol anotado durante el entrenamiento también se celebró con entusiasmo en unas gradas teñidas por el azul y blacno. Sin embargo, los babazorros echaron en falta la presencia de Villalibre, uno de los hombres más queridos por la afición que, desafortunadamente, no estuvo presente durante la jornada de puertas abiertas.
El plato principal del entrenamiento llegó en el reparto de firmas y fotografías. Toda la plantilla se entregó a una afición que, ineludiblemente, guardará con cariño los ‘selfies’ y los sellos de sus ídolos. Luis García, que en varias comparecencias ante la prensa destacó los entrenamientos a puerta abierta, mantuvo una sonrisa imborrable en su rostro cada vez que atendía a los seguidores babazorros
No hay duda de que el alavesismo está más vivo que nunca. Pese al duro golpe recibido tras no poder ascender por la vía rápida, la afición sigue mostrando su afecto a un equipo que tiene marcado en el play off la hoja de ruta para regresar a la máxima categoría.
La primera parada se encuentra a escasos kilómetros, en Ipurua, pero el Alavés ya calienta motores para la vuelta de las semifinales, donde Mendizorroza se volverá a convertir en un infierno para los armeros.