El Deportivo Alavés afronta mañana domingo a las 18.30 horas un enfrentamiento decisivo en la lucha por el ascenso. No porque la victoria ante los manchegos brinde el billete a la máxima categoría, sino porque, de no conseguir los tres puntos, las posibilidades de regresar a Primera por la vía rápida se reducirían drásticamente. En una tesitura similar es donde se encuentra el Albacete, el anfitrión de los babazorros que quiere alargar al máximo su dulce sueño. Y es que el Alba, separado por cuatro puntos respecto a la séptima plaza que actualmente ocupa el Cartagena, quiere certificar su pase al play off a toda costa.

Es por ello que el Glorioso, en su particular objetivo de regresar a Vitoria con tres puntos de oro, tendrá que hacer frente a una olla a presión como es el Carlos Belmonte. El Albacete ha diseñado su hoja de ruta para la próxima jornada, que consta de varias actividades preparadas al detalle para dar el impulso extra a sus jugadores. El Alavés no jugará contra solo once futbolistas, lo hará también ante una afición volcada con los pupilos de Albés.

El Albacete anunció durante el día de ayer la preparación de un mosaico que involucrará a buena parte del estadio. Este se ubicará en las zonas de marcador y tribuna marcador, donde el club manchego proporcionará a los suyos cartulinas para que se levanten al unísono cuando los jugadores salgan al campo. Además, se prevé una asistencia cercana a los 15.000 espectadores, por lo que el Glorioso tendrá ante sí una auténtica prueba de madurez en una nueva travesía lejos de Mendizorroza.

AMBIENTE DE FINAL

Pero, antes de que el balón eche a rodar ante miles de gargantas, el Albacete tiene previsto un recibimiento al autobús local a su llegada al estadio. Después, a las 17.15 horas habrá música en directo mediante un DJ que, sin duda, calentará el ambiente de la previa. El conjunto manchego comunicó la planificación del partido a través de un anuncio muy original donde se invitaba a los socios a firmar un contrato en el que se detallan las acciones que se llevarían a cabo.

Más allá del colorido que proporcionarán los seguidores manchegos en este trascendental duelo, el Alavés no puede dejar escapar una nueva oportunidad para mantenerse con posibilidades de alcanzar los puestos de ascenso directo. La distancia entre los primeros cinco clasificados es de tan solo dos puntos y el sueño de regresar a Primera se mantiene vivo. Ahora bien, los de Luis García saltarán al verde del Carlos Belmonte conscientes de los resultados del Eibar y Granada, por lo que no se puede fallar ante el Albacete.

Los de Rubén Albés, por su parte, se han erigido como la mayor sorpresa del curso en la categoría de plata. Pese a ser un recién ascendido a Segunda, el Albacete ha luchado de tú a tú ante los transatlánticos y ocupan con total merecimiento la sexta plaza. Además, los manchegos se encuentran inmersos en un estado de forma brillante ya que han sumado diez puntos en los últimos cinco duelos ligueros.

Así pues, el Alavés tiene en la visita al Belmonte la última oportunidad para escalar a los primeros dos puestos que brindan el ascenso directo. En un nuevo desafío lejos de Mendizorroza, los pupilos de Luis García deben plasmar la misma solvencia que les define como locales ante un Albacete que estará arropado por 15.000 almas.