El Alavés asaltó anoche los puestos de ascenso directo después de una actuación hegemónica en Mendizorroza. Los de Luis García, sabedores de los resultados de sus rivales directos en la lucha por el ascenso y conscientes de la enorme trascendencia del duelo, no dejaron pasar esta ocasión para ganar terreno de cara al desenlace liguero

Desde los primeros compases el conjunto albiazul fue el encargado de monopolizar las acciones de peligro. El Alavés merodeó el área pepinera en una primera mitad donde Mendizorroza puso su grano de arena mediante el tifo inicial, las miles de banderas impregnadas con el lema “este es el camino” y el incombustible aliento de la grada. 

El conjunto vitoriano, volcado en ataque desde el primer minuto, cargó el área contraria mediante los centros laterales de Javi López, quien buscó con insistencia a Villalibre o la llegada de Tenaglia en segunda línea. El Glorioso, que echaba en falta la presencia de una pieza capaz de desequilibrar el orden pepinero, encontró en las botas de Rober a ese jugador indetectable en el último tercio. 

El joven futbolistas extremeño se reivindicó de la mejor manera con un doblete que sirvió para dar un salto al segundo puesto de la clasificación. El de Mérida, que no era titular desde el duelo ante el Lugo del pasado 11 de marzo, dio un paso al frente y aportó una frescura decisiva al plantel de Luis García.

Sus primeros tantos como albiazul brindaron tres puntos de un valor incalculable al conjunto babazorro. Rober, que se estrenó ante su afición con un cabezazo en el área pequeña tras una exquisita maniobra de Villalibre, vivió sobre el tapete de Mendizorroza la noche soñada de cualquier futbolista. Además, el futbolista cedido por el Betis encontró su espacio por delante de un centro del campo presidido por Guridi y Blanco, quienes completaron una solvente actuación ante el poderío físico pepinero.

Éxtasis final

No sin sufrir y tras recibir un jarro de agua fría tras el tanto del Leganés, el conjunto vitoriano exhibió su puño de hierro para certificar un triunfo balsámico. Carlos Martínez agitó el árbol tras el descanso y la escuadra madrileña aprovechó una fría entrada del Alavés al segundo tiempo para neutralizar la contienda gracias a Miramón. Pese al duro golpe que supuso el empate, la realidad es que el cuadro vitoriano creció ante la adversidad y generó numerosas ocasiones. 

La entrada de Miguel aportó un mayor dominio en el campo contrario para encerrar a un Leganés que daba por bueno el empate. Tras una cabalgada del vallisoletano al contragolpe, Rober definió a las mil maravillas después de ejecutar un quiebro y un posterior zurdazo imparable a la escuadra.

Además de la victoria, la manera en la que el Alavés obtuvo los tres puntos es lo que da crédito para encarar la próxima jornada ante el Levante. Ante una tesitura exigente y donde el equipo se pudo haber venido abajo después del empate, el equipo y la afición remaron al unísono para desatar el éxtasis en Mendizorroza.

El Glorioso tiene ahora motivos para soñar con el regreso a la máxima categoría. El Alavés afrontará las últimas cinco finales del campeonato doméstico en un estado de forma prácticamente soñado gracias al oficio mostrado en esta segunda vuelta del curso. Después del triunfo ante el Leganés, los de Luis García han sumado once puntos en los últimos cinco partidos, una cifra superior a la lograda por el resto de los rivales directos inmersos en la encarnizada lucha por el ascenso a Primera.