Luis García admitió el mal papel de su equipo en La Cerámica, especialmente tras el tanto de Alberto Del Moral que sacó al Alavés de la velada. “Hasta el gol hemos llegado más, pero tras su tanto es cuando peor hemos estado. Hasta ese momento no estábamos mal y llegando bien, pero desde entonces las sensaciones han sido malas. Estábamos más o menos cómodos y haciendo daño, luego en todo lo que es alrededor del área estuvimos muy mal. Creo que tenemos que saber estar hasta el final. Hemos intentado reactivar al equipo, pero no me ha gustado tras el gol. Nos ha afectado demasiado”, criticó el técnico.

El madrileño no puso excesivos paños calientes a la derrota porque, a su juicio, el Alavés “se cae a partir del 1-0 y eso no lo podemos permitir”. Tras el descanso, alabó que “pusimos corazón” pero en cambio sus hombres adolecieron de veneno en los últimos metros. “Nos han ganado todas las segundas jugadas, siempre que había disputas ganaban ellos el balón. Nos ha fallado el último pase, el último tiro... Nos ha costado pero veíamos que podíamos empatar en cualquier momento”, lamentó.

Luis García admitió que preguntó a sus pupilos en el intermedio qué les estaba sucediendo, aunque no consiguió cambiar su estado de ánimo. “Veníamos de unos resultados muy buenos, pero esto demuestra que cuesta mucho ganar los partidos. Es un resultado que no esperaba porque el equipo venía en una dinámica positiva. Nos toca levantarnos otra vez, podemos coger un resfriado pero no una gripe”, recordó.

Tras censurar que “no hemos estado tan acertados cuando ha llegado el momento de remontar” y el escaso peligro creado ante el Villarreal B en los saques de esquina y las faltas laterales, el preparador albiazul lanzó un mensaje referente a pasar página cuanto antes. “Hay que seguir, que la gente esté con nosotros ante el Lugo. Nos vamos enfadados porque no hemos estado a la altura. Debíamos haber tenido más fe y no irnos del partido tras su gol. No tuvimos ese punto de acierto cuando llegamos”.