El Deportivo Alavés afronta hoy su último partido del año natural del campeonato doméstico ante un histórico del fútbol nacional. El Málaga de Pepe Mel será el rival que pondrá a prueba la capacidad de reacción del Glorioso, que necesita reencontrarse con su mejor versión tras las últimas tres derrotas consecutivas que han mermado el éxtasis albiazul.

El duelo que se vivirá en cuestión de horas en La Rosaleda será, asimismo, un choque entre dos contendientes necesitados. El Málaga, pese a su ambicioso proyecto deportivo ideado en verano y los futbolistas diferenciales que acoge como Rubén Castro o Fran Sol, es el penúltimo de la tabla con 16 puntos y, por tanto, se perfila como un rival propicio para recuperar las señales de identidad exhibidas durante gran parte de la campaña. En definitiva, es una fecha marcada en rojo para dejar atrás este bache pasajero y cerrar el año natural con un triunfo, aunque en Segunda cualquier rival se puede atragantar.

No hay duda de que el Alavés necesita reencontrarse con su mejor versión cuanto antes. Es cierto que el cuadro vitoriano conserva su espacio en la horquilla entre el primero y el sexto pero una nueva victoria puede brindar a los de Luis García ese espaldarazo anímico para iniciar el próximo año con plenas garantías. El técnico madrileño agitó el árbol durante las últimas semanas en busca de nuevas alternativas y queda claro que la vieja guardia del Glorioso es la que mejores resultados ha brindado.

Puede haber cambios en el once, si bien el Alavés ha firmado sus actuaciones más serias a través de una defensa formada por Tenaglia, Abqar, Maras y Duarte; a quienes han acompañado en la medular futbolistas como Benavídez, Salva Sevilla y Guridi. La incógnita reside en el último tercio, donde Rioja ha perdido ese punto dulce de forma. El técnico madrileño no podrá contar con Sylla tras su expulsión ante el Levante, pero al menos recupera a Alkain tras los dos partidos de sanción. El ex de la Real Sociedad se perfila como titular.