A estas alturas de la temporada, con el ecuador a la vuelta de la esquina, no cabe duda de que la trayectoria del Deportivo Alavés en su regreso a la Segunda División está siendo de notable; sobre todo, teniendo en cuenta el punto de partida. No obstante, la extrema igualdad que reina en esta categoría, sumada a los dos traspiés consecutivos de los hombres de Luis García, ha hecho que, pese a lo anterior, la escuadra babazorra ya no ocupe uno de los puestos a los que aspira, que no son otros que los que conceden el ascenso directo.

Después de su derrota del miércoles frente al Tenerife, el conjunto albiazul ha finalizado la decimonovena jornada de liga en tercera posición con 34 puntos. Algo que ya hizo tras caer en Los Cármenes, pero esta vez de manera diferente, pues ya no es colíder como consecuencia del empate que logró el Las Palmas (35), nueva cabeza de carrera, en el Carlos Tartiere. Ahora, el Glorioso solo está igualado en la tabla con el Burgos, quien cayó en El Plantío frente al Eibar (33), cuarto clasificado con un punto menos.

Y esto último, precisamente, es lo que más ha cambiado en las dos últimas fechas del campeonato regular. Los gasteiztarras han perdido la ventaja que tenían respecto a sus perseguidores más cercanos y, de esta manera, la zona noble de Segunda está más igualada que nunca. Buena muestra de ello es, sin ir más lejos, la escasa diferencia de cuatro puntos que hay entre el líder canario y el sexto clasificado, el Cartagena (31), y de seis con el séptimo, el Granada (29).

Quien, por fortuna, no pudo aprovechar completamente el pinchazo del Glorioso fue el Levante, próximo rival babazorro. Los de Orriols recibieron ayer a la Ponferradina en el Ciutat de Valencia y, a pesar de ser muy superiores al cuadro berciano, acusaron su falta de acierto en ataque. Un empate a cero que deja al equipo dirigido por el exalbiazul Javi Calleja, quien regresará el próximo lunes a la que hace no mucho fue su casa, en la cuarta plaza de la división de plata con 32 puntos.

Además de ese duelo directo, al Alavés le queda otro partido por delante en su pelea por ser campeón de invierno, lo cual le ha traído muchas alegrías en el pasado. El próximo 18 de diciembre, pocos días antes de cerrar el año con la contienda copera frente al Mérida, los gasteiztarras visitarán La Rosaleda para enfrentarse al Málaga, una de las grandes decepciones de la temporada hasta el momento, aunque esto último significa más bien poco en esta competición tan caótica.