Uno de los nombres clave en el Granada, rival del Deportivo Alavés este viernes, a las 21.30 horas, en Los Cármenes, es el de Myrto Uzuni. El delantero albanés es, con ocho dianas, el actual máximo goleador de la Segunda División y, hasta la llegada del exgranota Paco López, fue la principal razón por la que el gasteiztarra Aitor Karanka aguantó varias semanas más de lo esperado al frente del exigente banquillo nazarí, donde había dejado, pese al descenso, buenas sensaciones la temporada anterior.  

Sin embargo, el Uzuni al que deberán vigilar de cerca los pupilos de Luis García Plaza dentro de tres días poco tiene que ver con el que arrancó el curso. Desde su doblete frente al Sporting, al que los granadinos golearon sin ningún remordimiento, el atacante albano no ha podido volver a demostrar su gran pegada y, en consecuencia, acumula nada menos que siete jornadas consecutivas sin marcar, lo cual, como es lógico, ha permitido a otros nueves de la categoría recortar distancias en la carrera por el pichichi.

Hasta esa mala racha, Uzuni había sumado, en concreto, un gol frente al Racing, tres contra el Villarreal B y dos ante Mirandés, sin olvidar los ya mencionados durante la debacle de la escuadra gijonesa. Una capacidad anotadora temible, con la que el Granada parecía destinado a encabezar la tabla, pero que ha perdido protagonismo como resultado de la falta de regularidad del propio futbolista y de los malos resultados de su equipo, muy atenazado en los últimos partidos a las órdenes de Karanka. 

Esto último, eso sí, no debe permitir al Alavés infravalorar a su rival. Aparte de que el albanés puede recuperar su pólvora en cualquier oportunidad –teniendo en cuenta, sobre todo, que condiciones no le faltan–, es importante mencionar que el mal momento de su máximo anotador no le ha impedido al cuadro nazarí, con estrellas como Callejón, Puertas y Jorge Molina, seguir marcando goles; solo hay que ver, por ejemplo, el 4-0 que pudo endosarle al Albacete cuando este visitó Los Cármenes hace menos de dos semanas. 

Lo curioso, no obstante, es que el bajón de Uzuni ha coincidido con su reciente renovación. El Granada amplió hace un mes su contrato hasta 2026, seguramente con el propósito de evitar una marcha precipitada a Primera a raíz de su espectacular arranque liguero, y esa confianza depositada está produciendo el efecto contrario. Recuperarle va a ser, sin ningún tipo de duda, uno de los retos de Paco López, quien confía en revertir la dinámica rojiblanca lo antes posible.