La derrota del Alavés en El Plantío no ha supuesto, a la postre, ningún quebranto a nivel clasificatorio para un Alavés cuya situación sigue siendo idílica en la cúspide de Segunda División. Sobre todo si se compara con las turbulencias en las que se hallan inmersos los otros dos equipos descendi dos la pasada campaña.

Tanto el Granada como especialmente el Levante, los dos clubes con mayor presupuesto de la categoría y a los que la cátedra apuntaba como claros candidatos al ascenso antes del pistoletazo de salida al torneo doméstico, se encuentran en serios apuros. Dado que la categoría de plata constituye una carrera de fondo y tan solo han transcurrido nueve jornadas, el problema para el Alavés es que ni mucho menos se han quedado descolgados de la pelea.

En el caso del Granada, a cuatro puntos del Glorioso en la actualidad, sus problemas están centrados en la falta de instinto asesino ante la portería rival pese a los buenos delanteros de los que dispone (Matías Arezo, José Callejón y el veterano Jorge Molina). Y es que la última vez que el equipo nazarí marcó un gol data del pasado 17 de septiembre en el encuentro frente al Mirandés en Los Cármenes. Desde entonces, ha enlazado tres jornadas consecutivas sin ver puerta perdiendo algo de comba respecto a los puestos de ascenso.

El tiempo, eso sí, apremia, y cada jornada aprieta más la corbata del vitoriano Aitor Karanka, un técnico al que únicamente le vale ascender tras el fiasco que supuso el descenso de la pasada temporada sobre la bocina.

Quien perdió ayer su puesto de trabajo fue Medhi Nafti como máximo responsable del Levante. El cuadro levantino solo suma dos victorias en nueve partidos ligueros y ocupa el decimocuarto lugar a ocho puntos del Alavés. Un equipo con mimbres suficientes para recuperar la categoría deambula hoy en día como alma en pena y sigue sin emitir señales de reacción.

La ausencia de sensaciones positivas, la falta de ideas, la inoperancia ofensiva y sobre todo los diez puntos de 27 han encendido ya todas las alarmas en Orriols, donde el consejo de Administración celebró ayer una reunión donde acordó la destitución del entrenador franco-tunecino.

Tal era la situación de debilidad de Nafti que incluso habían trascendido ya nombres de posibles sustitutos para el banquillo antes de ayer. De momento, el secretario técnico Felipe Miñambres se hace cargo momentáneamente del Levante, aunque el exalavesista Javi Calleja, Vicente Moreno y Álvaro Cervera se postulan como posibles relevos tras el partido de este jueves ante el Mirandés en Anduva.