Han pasado dos meses y medio desde que finalizó la fatídica pasada temporada y la revolución pendiente en el seno del Alavés, liderada un verano más por Sergio Fernández desde los despachos tras algunas semanas de incertidumbre respecto a su figura, continúa a medias. Prueba de ello es que, salvo sorpresa, Luis García Plaza alineará este sábado a, al menos, cinco futbolistas que fueron partícipes de un descenso que se veía venir ante la progresiva pérdida de pujanza del equipo vitoriano en la élite.

Si bien las novedades han sido numerosas –y de aquí al cierre del mercado estival se producirá alguna más– todos los fichajes que debían aterrizar en Mendizorroza con el fin de que entrara un imprescindible aire fresco en el vestuario no han terminado de certificarse. Pese a que algo tan traumático como la pérdida de categoría suele conllevar una cirugía radical, este hecho no se ha producido del todo en un Alavés cuyo once en el primer duelo liguero de este sábado en Butarque ya se conoce al dedillo por cualquier aficionado.

Estaba claro que todos los jugadores que acabaron contrato en junio no seguirían en Vitoria –persiste la duda de Laguardia–, pero quizá se esperaba la apuesta de un club por algún futbolista que campañas atrás gozó de un buen cartel en Primera. De momento, esto no ha sucedido y es por ello que el 50% del once será muy reconocible para afrontar el choque inaugural ante el Leganés.

A tenor de lo apreciado en la pretemporada y dadas las pocas alternativas en algunos puestos para Luis García, no hay ningún género de duda acerca del boceto de equipo a la hora de enfrentarse a los pepineros. Entre los elegidos para entrar con buen pie en el torneo doméstico estarán, sin lugar a dudas, cinco componentes de la vieja guardia como Sivera –se da casi por descontado que Pacheco seguirá en la nevera–, Tenaglia, Duarte, Rioja y De la Fuente.

Contadas alternativas

Las novedades llegarán en el lateral derecho con Anderson, el centro de la zaga con Sedlar y, sobre todo, el centro del campo y la línea de tres cuartos con ese cuarteto integrado por Benavídez, Salva Sevilla, Guridi y Alkain. A priori, son precisamente esas zonas del campo las más potentes y estables del Alavés, que sobre todo sigue muy corto de efectivos en la parte central de la retaguardia y la delantera.

Entre las principales alternativas del banquillo para comparecer en Butarque en la segunda mitad también aparecen futbolistas que ya vistieron el pasado curso la elástica albiazul. Son los casos de Javi López en el lateral zurdo, Moya en la sala de máquinas, Jason en el extremo derecho o Sylla en la vanguardia.

Por último, los jugadores de refresco que podrían dar algo de oxígeno en un caso de extrema necesidad son rostros conocidos como los, en su día, jugadores del filial Balboa, Abqar, Abdallahi o Abde, sin obviar al nipón Hara, que retornó a finales de la pasada campaña a Vitoria tras su cesión en Bélgica.

En definitiva, Luis García no va sobrado de efectivos, pero ello no quita para que el Alavés deba empezar en tierras pepineras con buen pie una temporada donde el único objetivo entre ceja y ceja debe ser el ascenso a Primera.