El regreso de Mamadou Loum de la Copa África supuso un importante golpe de efecto para el Deportivo Alavés. En el momento en el que este aterrizó en Vitoria-Gasteiz, y como consecuencia de la debilidad defensiva que había mostrado el equipo durante su ausencia, José Luis Mendilibar decidió olvidarse de su dibujo favorito (4-4-2) y formar un trivote de puro cemento en el centro del campo que ha sido protagonista en los partidos ante el Valencia en Mendizorroza, el Real Madrid en el Santiago Bernabéu y el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez.
Sin embargo, esta formación, cuyo puesto más adelantado ha estado ocupando el propio Loum, no podrá repetirse -o no con las mismas piezas- en la visita del Sevilla al Paseo de Cervantes de este viernes (21.00 horas). Esto último, se debe a la cartulina amarilla que vio el africano en la primera mitad del choque contra el cuadro azulón, cuando, en una disputa con Carles Aleñá, el colegiado Jaime Latre decidió amonestarle por un golpe en la cara del jugador catalán que, vista la repetición, en ningún momento existió.
Aun así, a raíz de esta sanción por ciclo de tarjetas que deberá cumplir el senegalés, ahora Mendilibar tiene ante sí dos opciones para afrontar el encuentro ante los hispalenses correspondiente a la 27ª jornada del campeonato liguero.
Por un lado, podría mantener el trivote en la medular introduciendo a Pere Pons, Toni Moya o Manu García en sustitución de Loum; o bien, por el otro, tendría en su mano recuperar el dibujo de dos delanteros, el cual, como es lógico, beneficiaría sobremanera tanto a Manu Vallejo como a Miguel De la Fuente.
Entre estos dos, el caso más particular es el del primero, pues, tras el revuelo que hubo con su incorporación en enero, lo cierto es que, un mes después de su llegada, el atacante gaditano aún no ha ofrecido nada al Alavés. Y no porque no esté capacitado para ello, que lo está, sino debido a que el entrenador vizcaíno apenas le ha brindado oportunidades de vestir la zamarra albiazul y, cuando ha podido hacerlo, ha sido bajo una narrativa bastante desfavorable.
En concreto, Vallejo ha disputado tres partidos como babazorro y en todos ellos lo ha hecho como revulsivo. Su debut fue ante el Elche en el Martínez Valero, donde sustituyó a Joselu poco después de arrancar la segunda mitad en una de las decisiones más polémicas del de Zaldibar; y, posteriormente, tuvo 18 minutos en el feudo blanco -con el Madrid avasallando la meta de Pacheco tras adelantarse en el marcador- y otros 18 el sábado en el Coliseum contra el Getafe, que ya había empatado el partido por medio de Enes Ünal.
La razón principal de todo lo anterior, como se ha mencionado, ha sido la preferencia que Mendilibar le ha dado al trivote a lo largo de febrero, ya que, en todo momento, el refuerzo de Vallejo se hizo con el objetivo de que fuera el acompañante titular de Joselu en la punta de ataque alavesista.
Algo que, lógicamente, ha sido imposible desde que el 4-4-2 no es el sistema empleado por el Glorioso y que, en consecuencia, ha hecho que las primeras semanas del futbolista che en Mendizorroza hayan sido de todo menos productivas.
Oportunidad, ¿o no?
Por fortuna para el gaditano, esto podría cambiar ante el Sevilla. Y, si no lo hace, se podría decir, incluso, que su incorporación dejaría de tener sentido. Porque sí, Vallejo es capaz de tomar un papel importante como relevo -así lo tuvo en el Valencia-, pero el club no peleó por su cesión para que fuera uno más en la caseta, sino que lo hizo con el propósito de que solucionara los problemas que había tenido el equipo para generar peligro sobre la portería rival y, además, añadir mordiente a una presión en la salida de balón que todavía sigue dejando bastante que desear.
Respecto a De la Fuente, lo cierto es que su situación es aún más complicada, puesto que, si la llegada del delantero andaluz le restó opciones, el cambio de sistema lo ha hecho todavía más. La última vez que apareció el vallisoletano fue frente al Elche, cuando aún Loum no había regresado y Vallejo acababa de sumarse al grupo, y, desde entonces, no ha vuelto a vestir la elástica albiazul, por lo que, salvo giro inesperado de los acontecimientos, va a tener muy complicado volver a tener minutos en lo que resta de temporada.
Desaparecido. Además de Manu Vallejo y Miguel De la Fuente, José Luis Mendilibar tiene un tercer nueve a su disposición, pero este, salvo en una ocasión, no ha tenido opción de vestir la camiseta albiazul a las órdenes del técnico de Zaldibar. Se trata, cómo no, de John Guidetti, quien, después de no haber abandonado Mendizorroza en el mercado de enero, todo hace pensar que cumplirá su contrato al completo con la entidad del Paseo de Cervantes. Eso sí, lo hará, tal y como se ha adelantado, con un papel irrelevante dentro de la plantilla vitoriana, pues, exceptuando el partido frente al Elche en el Martínez Valero, donde dispuso de tres minutos, el ariete sueco no ha tenido más opciones de defender el escudo del Glorioso en 2022. Además, ni siquiera ha podido sentarse en el banquillo la mayoría de veces, lo cual indica que, salvo circunstancia extraordinaria, el preparador vizcaíno evitará utilizar sus servicios.