- Emilio Quílez, como buen alavesista, afronta el centenario del club con enorme ilusión, aunque lamenta que la entidad cumpla 100 años en este momento en el que, debido al covid-19, los estadios de fútbol se encuentran vacíos. De hecho, su primer recuerdo del Deportivo Alavés lo vivió en el campo de Mendizorroza, en la temporada 1963-64, con el Glorioso en Segunda División, cuando disfrutó viendo jugar a Gorospe. "Era un defensa muy elegante, algo muy poco habitual, mucho menos en la categoría en la que jugaba el Alavés en aquel entonces", recuerda el entrenador gasteiztarra. El futbolista que más le ha maravillado, sin embargo, es Ramón Búa. "Llegó en la temporada 1968-69 cedido de Madrid cuando el Alavés era colista y con su enorme calidad consiguió levantar al equipo", relata. "Sin embargo, el accidente automovilístico de Andoni Sarasola -que chocó frontalmente contra un camión cerca de Eguino- afectó al equipo y terminó descendiendo a Tercera División", lamenta Quílez.
El gasteiztarra tiene claro cuál sería la mejor manera de celebrar el centenario: repetir el partido de la final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool en Dortmund. En su opinión, este ha sido el mejor momento del club en sus 100 años de historia y espera que la idea, que en estos momentos está en el aire debido a la situación de emergencia sanitaria, llegue a buen puerto. De no poder disputarse finalmente, Quílez tiene otras opciones en mente que también serían un buen homenaje a la historia del club: "Sería muy bonito disputar un partido contra el Portugalete, recordando así el que fue el primer choque oficial del Alavés, en 1924. Obviamente, el Portugalete no tiene el mismo tirón que el Liverpool, pero se podrían jugar ambos partidos". También le ilusionaría mucho que, al igual que hizo el Athletic en el último partido de San Mamés, participaran en un amistoso las leyendas del club que todavía estén en condiciones de jugar a fútbol. "Sería emocionante volver a ver a Valdano, Zubizarreta o Valverde con la camiseta del Alavés", cuenta Quílez.
Además de la final de la Copa de la UEFA, el gasteiztarra destaca otros dos momentos claves en la historia del club. "En la sección hablaré de la reciente final de Copa del Rey contra el Barcelona, pero también de la Copa del año 1928. El equipo, que empezó a competir en 1924, llegó a la semifinal de Copa cuatro años después, pero nos hicieron trampas y jugamos ese partido contra el Barcelona cuando nos tenía que haber tocado contra el Valencia. Si no, habríamos alcanzado la final", asegura. También habrá espacio para hablar de momentos más delicados por los que pasó el club. Para Quílez, los dos sucesos más duros son el descenso a Regional de la temporada 1969-70 y el descenso a Tercera División de julio de 1986 por razones administrativas, ya que el club tenía una deuda de 25 millones de pesetas. La sección de Quílez, al igual que la historia del Alavés, será un continuo sube y baja.