- Si en esta temporada 2020-21 hay un equipo impredecible con el que se vaya a enfrentar el Deportivo Alavés, ese es el Valencia CF. El conjunto ché ha acostumbrado a sus aficionados a vivir en una constante montaña rusa, alternando éxitos deportivos como clasificaciones para la Champions League o la consecución de la Copa del Rey con cursos desastrosos en los que ha rendido muy por debajo de sus posibilidades. Lo que ha sucedido este curso en Mestalla, sin embargo, roza ya lo esperpéntico, tanto por los resultados deportivos como por las polémicas extradeportivas que casi siempre tienen a Peter Lim como protagonista.

El viento parecía soplar al fin a favor en Valencia tras la temporada 2018-19, en la que el equipo, liderado por Marcelino, logró la clasificación para la Liga de Campeonesy alzó la Copa del Rey. Sin embargo, las cosas empezaron a torcerse a raíz de desencuentros entre Marcelino y Anil Murthy, presidente del Valencia y socio del propietario del club, Peter Lim. Apenas unas semanas después de empezar el curso 2019-20, la entidad destituyó a Marcelino en contra del deseo de los aficionados y los futbolistas para situar en el puesto a un inexperimentado Albert Celades. El rendimiento del equipo fue decayendo, acabó eliminado de Champions y Copa del Rey y ni siquiera obtuvo un billete para competición europea a pesar de la calidad de la plantilla.

A lo largo del último año, el Valencia ha sido para Peter Lim como una muñeca a la que cuidó con esmero pero de la que se ha aburrido y ahora utiliza como enemigo para jugar con sus soldados de plomo. Tras el fracaso de Celades, el club fichó a Javi Gracia, un entrenador contrastado, prometiéndole una plantilla competitiva y fichajes que le dieran un lavado de cara al equipo. La plantilla ha cambiado, sí, pero a base de malvender jugadores de primer nivel como Coquelin y Parejo, que se fueron por seis millones al Villarreal, Rodrigo Moreno, por el que llegaron a tener ofertas cercanas a los 60 millones y vendieron por 30, y Ferrán Torres, que está triunfando en la selección y en el Manchester City y salió por un precio irrisorio para un jugador de su calidad y juventud: 23 kilos.

Para suplir las salidas, sin embargo, el club no se ha gastado ni un euro y ha preferido traer a agentes libres o subir al primer equipo a canteranos como Hugo Guillamón o Yunus Musah. Obviamente, eso no era lo que se le había comunicado a Gracia cuando llegó a Mestalla y el técnico quiso dimitir. Sin embargo, una cláusula de su contrato le obliga a indemnizar el club con tres millones de euros si rompe el trato unilateralmente. Por lo tanto, en estos momentos está entrenando en contra de su voluntad y se encuentra en un constante tira y afloja con la directiva. La última puñalada que ha recibido ha sido la venta de Kondogbia al Atlético cuando el mercado de fichajes ya estaba cerrado.

A pesar de todo ello, el Valencia ha cosechado buenos resultados como la victoria en Anoeta o la reciente goleada al Real Madrid por 4-1 y otros no tan buenos. En estos momentos es noveno y la gran duda para el Deportivo Alavés es cuál de sus numerosas versiones presentará el club ché mañana a partir de las 21.00 horas en Mendizorroza.