Vitoria- El nuevo entrenador del Deportivo Alavés, Juan Ramón López Muñiz, ha dicho este lunes que cuando recibió la llamada del club vitoriano y vio el calendario que le quedaba, con partidos ante el Real Madrid y el Barcelona, no se lo pensó y quiso venir "de cabeza".
El asturiano apuntó en una rueda de prensa telemática que fue "fácil" tomar la decisión de fichar por la entidad vitoriana para los próximos 15 días porque viene "a un buen equipo, a una buena ciudad y con una gran afición".
Consciente de que son momentos tristes y delicados, no se olvidó de enviar un abrazo a Asier Garitano, destituido este domingo, y recordó de nuevo a los seguidores alavesistas. "Es un placer cuando vienes a jugar aquí como rival, ante una afición que siempre apoya a su equipo. Así que nos debemos a ellos", afirmó.
"Queremos darles una alegría en 15 días y conseguir que el equipo este en Primera División el año que viene", añadió el nuevo técnico del Alavés, que apenas varió su discurso y señaló que "igual el equipo se vio con el objetivo cumplido antes de finalizar", y que en este caso "el apoyo del público afecta".
El Alavés cuenta con 6 puntos de renta más el "average" con los puestos de descenso, unos datos a los que se agarró Juan Ramón López Muñiz. "Partimos con ventaja si nos comparamos con algún otro equipo y no estamos en tan mala situación", consideró el gijonés, que expresó que los futbolistas deben hacer "un esfuerzo grande y dar todo lo que tienen dentro".
Respecto al futuro, Muñiz se limitó a centrarse en los próximos cuatro partidos que se disputarán en 15 días, aunque no escondió su ilusión por "continuar el mayor tiempo posible" en el Alavés.
"No he hablado con jugadores porque todo se ha precipitado en las ultimas horas, pero sí he hablado con parte del cuerpo técnico que trabaja en análisis del equipo y de rivales", dijo el nuevo preparador babazorro, que tiene claro que "no hay que escatimar esfuerzos".
Prometió que la predisposición va a ser muy buena y que llega junto con sus hombres de confianza a "darle el último empujón al equipo para conseguir el objetivo". "Tenemos cuatro finales", incidió.
No se olvidó de poner en valor las virtudes del Alavés a pesar del momento que atraviesa y manifestó que "es un equipo que está trabajado y tiene una base estupenda".
"Tenemos mucha velocidad y podemos hacer daño con espacios", agregó el asturiano, que subrayó que "el equipo no se tiene que venir abajo al primer golpe que reciba y tiene que ser un equipo solidario dentro del terreno de juego".
Además destacó la velocidad, la experiencia y las virtudes que tiene el centro del campo albiazul. "El Alavés tiene muchas cosas para conseguir el objetivo sin ningún problema", aseguró.
"Estoy tranquilo, soy profesional y me dedicaré a intentar solucionar alguna cosa", comentó, y recordó en varias ocasiones que llega a Vitoria "con la máxima ambición y responsabilidad sabiendo lo que se juega todo el mundo en estas dos semanas".
El primer partido de la era de Juan Ramón López Muñiz será este viernes ante el Real Madrid. "Espero que el equipo dé la cara", apuntó el técnico.
"Tenemos que ir con mucha confianza, no tenemos que tener descuidos y hacer un gran partido", mantuvo Muñiz, confiado en obtener los tres puntos en el Alfredo Di Stéfano.
Reconoció que "el parón no es bueno para nadie y menos para un club que estaba en buena dinámica", al tiempo que admitió que el hecho de que no haya gente en los estadios "tampoco ayuda mucho".
"Tenemos que intentar quitar de en medio ese pesimismo y hay que superar los fallos porque convivimos con el error, en cualquier ámbito y hay que sobreponerse a eso", recomendó el nuevo jefe del vestuario albiazul, que llega con aire fresco y con la intención de revertir la situación de un grupo que necesita trabajo a nivel psicológico.
"Necesitamos la colaboración del jugador y que su cabeza esté preparada para afrontar lo que viene", afirmó.
"Es muy importante convencer al jugador de que todo lo que hizo en la primera parte de la liga se puede volver a conseguir", opinó el técnico.
El director deportivo del Alavés, Sergio Fernández, y el presidente del club, Alfonso Fernández de Trocóniz, acompañaron al preparador de Gijón.
Fernández expresó que el nuevo inquilino del banquillo vitoriano transmitió "fuerza y energía" que les permite "recuperar la ilusión y la confianza" con los objetivos que se marcaron a principios de temporada.
Preguntado por la opción de apostar por un hombre de fuera en lugar de colocar en el banquillo a un entrenador de la casa, como en el caso de Javier Cabello en otra ocasión, el director deportivo respondió que "no hay una razón explícita" y que "había que regenerar ilusiones desde ciertos conceptos y puntos de vista".