Cambio de cara más que necesario

- Después de la tempestad siempre llega la calma y eso es precisamente el Deportivo Alavés hoy. Tras el inaceptable naufragio colectivo de Balaídos el combinado de Asier Garitano pretende volver a navegar en aguas sin peligros conquistando una victoria que selle virtualmente su permanencia un año más en la máxima categoría.

Claro que a diferencia de lo que sucede con los fenómenos climatológicos, esa ansiada tranquilidad no llegará por sí misma sino que será el propio Glorioso quien deba ganársela a base de pico y palo. Para ello el primer e imprescindible primer paso es mostrar un más que necesario cambio de cara.

Las más que deficientes intensidad y actitud mostradas el domingo ante el Celta no pueden volver a hacer acto de presencia o, de lo contrario, la línea de flotación de la nave vitoriana volverá a quedar sumergida muchos metros por debajo del agua. En consecuencia, la obligada reacción debe llegar desde antes del minuto uno incluso, partiendo de la caseta con una mentalidad completamente opuesta a la que condenó a la contundente derrota ante el Celta.

Por fortuna o por desgracia la indiscutible realidad de los números demuestra que el combinado del Paseo de Cervantes está más que acostumbrado este curso a protagonizar este tipo de metamorfosis. De esta manera, el habitualmente fiable doctor Jekyll se transforma en el peligroso Mr. Hyde cada vez que abandona el calor de Mendizorroza. En esta ocasión le corresponde llevar a cabo el proceso inverso y volver a meterse en el personaje que tan buen rendimiento y resultado le proporcionó hace apenas una semana ante la Real Sociedad.

Contará con la ayuda -más psicológica que real en este caso al tener que competir a puerta cerrada- de regresar al escenario en el que el equipo se siente más cómodo. Aunque únicamente con eso no será suficiente para alcanzar el objetivo buscado. Además del escenario propicio, el Alavés necesitará elevar considerablemente también el nivel de su juego y, sobre todo, su intensidad y concentración.

Porque si algo hay meridianamente claro antes del inicio de la contienda es que Osasuna no bajará un ápice su nivel de exigencia a lo largo de los noventa minutos. El rival albiazul persigue el mismo objetivo que los de Asier Garitano y aunque en el reinicio de la Liga únicamente ha podido sumar un punto es plenamente consciente de que un triunfo en Vitoria sellaría oficiosamente su billete para competir de nuevo la próxima temporada en Primera División. Un premio de valor incalculable para una entidad como la navarra que acaba de regresar al máximo nivel y ha afrontado el ejercicio con la modestia económica -y las limitaciones que ello conlleva- por bandera.

Sobre el césped, sin embargo, el equipo de Jagoba Arrasate ha dado sobradas muestras de su peligro desde que arrancó la temporada y, sin ir más lejos, así lo comprobó el Alavés en su visita de la primera vuelta, cuando salió escaldado de Pamplona.

En lo estrictamente deportivo, Asier Garitano volverá a introducir modificaciones en el once inicial que presente esta tarde. Algunas por decisión técnica y otras obligado por las circunstancias. La primera podría llegar en la portería, donde todo indica que Pacheco podría recuperar su lugar habitual.

En defensa Duarte regresará al lateral izquierdo tras su sanción y Ely podría suplir a Magallán mientras que la banda derecha será para Ximo tras la sanción a Martin. En el centro del campo Pina se unirá de nuevo a Camarasa tras no poder jugar en Vigo mientras que los extremos parecen destinados para Borja y Rioja. Donde no hay dudas es en la delantera que integrarán Lucas Pérez y Joselu.