- El Deportivo Alavés pretendía mantener una cierta normalidad en el trabajo de sus equipos durante las semanas en las que las competiciones se van a mantener en su actual estado de suspensión -era uno de los pocos con entrenamientos planificados para la semana entrante después de haberse ejercitado durante los últimos días-, pero su planificación saltó ayer por los aires cuando se conoció la aparición en el seno del club de "dos test positivos en coronavirus" correspondientes a "integrantes de la estructura técnico-deportiva" que se encuentran "asintomáticos y en perfecto estado". Estas pruebas con resultados positivos -el club no ofreció información pública acerca de los afectados, que no son jugadores de la primera plantilla- obligan a que todos los integrantes de la entidad que hayan mantenido contacto con estas dos personas se sometan en las próximas horas al examen para detectar la enfermedad -está previsto que las mismas se lleven a cabo mañana mismo-, lo que conducirá a la toma de nuevas decisiones aparte de la suspensión inmediata de los entrenamientos planificados ya decretada.
En esta tesitura, todo hace indicar que los integrantes del primer equipo a todos sus niveles, así como los miembros del club que hayan mantenido contacto con ellos, serán sometidos a un período de cuarentena similar al que desde el pasado jueves vive el Real Madrid tras el caso positivo del jugador de su plantilla de baloncesto Trey Thompkins. Todos quienes hayan compartido zonas de trabajo comunes con los afectados han estado en claro riesgo de contagio y deberían pasar a una fase de aislamiento para, si no están ya infectados, evitar la enfermedad. De momento, los entrenamientos han quedado suspendidos por tiempo ilimitado.
Dicha cuarentena se extendería entre dos y tres semanas -siempre y cuando no fuesen apareciendo nuevos casos positivos, que obligarían a alargar el tiempo de confinamiento- en las que se habrá de llevar a cabo un plan de trabajo especial para los jugadores. La idea del club pasaba por mantener las sesiones de entrenamientos grupales porque se consideraba la mejor alternativa para que el equipo conservase un tono físico adecuado en vistas a una posible reanudación de la competición a medio plazo, pero esa vía queda desechada tras los dos positivos anunciados ayer. A partir de ahora, los responsables de la preparación física y los técnicos tendrán que poner en marcha planes de trabajo individualizados que los futbolistas pueda desarrollar en sus domicilios, con las desventajas que ello supone si finalmente el balón vuelve a rodar en un espacio breve de tiempo.
El Alavés no ha podido escapar a los efectos del coronavirus a pesar de que durante los últimos días había convertido su ciudad deportiva en un búnker para el primer equipo. La coincidencia de un futbolista del filial con una persona infectada por la enfermedad -aunque finalmente dicho jugador no dio positivo- encendió las alarmas de un club que de inmediatamente procedió al aislamiento del primer equipo en Ibaia para evitar posibles riesgos. Así, acotó zonas de trabajo exclusivas e impidió que la plantilla de Asier Garitano coincidiese con otros equipos que habitualmente se ejercitan en la ciudad deportiva, además de poner en marcha medidas de prevención higiénicas y también de control médico de futbolistas, técnicos y trabajadores. Ahora, todos ellos tendrán que parar su actividad.