El Atlético de Madrid visitará hoy a las 19.00 horas Mendizorroza con el liderato en mente, ya que se encuentran actualmente empatados con el Barça, el Sevilla y la Real Sociedad y a un punto del Granada, a falta de que se juegue el clásico, aplazado por la tensa situación de Cataluña. Los de Simeone llegan en buen momento en cuanto a resultados, ya que han ganado sus dos últimas citas, contra el Bayern de Leverkusen en Champions League y contra el Athletic en la competición doméstica. Sin embargo, el estilo de juego que tantos éxitos les ha dado a los colchoneros está empezando a ser cuestionado y, en ese sentido, puede que sea incluso positivo para ellos jugar lejos de su afición para no estar tan presionados.
El Cholo Simeone sigue insistiendo en que el club rojiblanco es el equipo del pueblo, que no tiene nada que hacer contra los clubes punteros de Europa y que la única manera de estar arriba es dejándose la piel en el terreno de juego. Sin embargo, su discurso empieza a quedarse obsoleto si se tiene en cuenta que la entidad del Manzanares se ha gastado alrededor de 250 millones de euros en fichajes este verano, cantidad cercana a la invertida por el FC Barcelona y superior a la de clubes punteros de las grandes ligas como el Liverpool, el Manchester United, el PSG, el Bayern de Múnich o la Juventus. Además, cuentan con uno de los estadios de fútbol más modernos del mundo. Es cierto que han ingresado mucho con las ventas de Griezmann, Lucas Hernández y Rodri, pero solo un club de primerísima línea se puede permitir pagar 126 kilos por Joao Félix.
El caso es que, a pesar de contar con futbolistas de incuestionable calidad como Saúl Ñíguez, Koke, Héctor Herrera, Thomas Partey, Lemar, Marcos Llorente, Vitolo, Lodi o el propio Joao Félix, el juego del Atlético de Madrid sigue siendo el mismo que el de los últimos siete años. Saúl y Koke, finos creadores de juego en la selección, se atrincheran junto al resto del equipo para esperar el error del rival y salir a toda velocidad al contraataque. Da igual si enfrente está el Real Madrid o el Valladolid, lo primero es mantener la portería a cero. Por lo tanto, no extraña que los colchoneros sean el conjunto menos goleado de todo Primera División con tan solo cinco goles encajados en diez partidos, mérito también de las grandes intervenciones de su guardameta Jan Oblak. Sin embargo, chirría que una plantilla con Diego Costa, Álvaro Morata, Ángel Correa y Joao Félix en sus filas solo haya convertido diez goles cuando el Villarreal ha marcado 24, la Real Sociedad y el Granada 17, y el Getafe de Bordalás, cuyo punto fuerte es el juego defensivo, lleva 14.
Pitos en el Wanda
Desde que Simeone llegó al banquillo rojiblanco nunca ha sido cuestionado por ningún seguidor del club. De hecho, el técnico argentino consiguió que la afición se volviera a ilusionar por el equipo y el Vicente Calderón se convirtiera en una olla a presión. Han tenido que pasar más de siete años para que el equipo recibiera pitos por parte de sus propios aficionados. Ocurrió el pasado martes en la visita del Bayern Leverkusen al Wanda Metropolitano, cuando, después de empatar tres partidos consecutivos contra Real Madrid, Valladolid y Valencia, el conjunto rojiblanco esperaba en propio campo a los alemanes con cero a cero en el marcador. El gol de Morata en el 78 calmó los ánimos y la victoria 2-0 contra el Athletic el pasado fin de semana les ha dado algo de aire, pero el runrún fue significativo.
No tendría sentido que unos años atrás se hubiera criticado al Atlético de Madrid por no jugar como el Barça de Guardiola con un centro del campo formado por Gabi, Mario Suárez, Tiago y Raúl García. Sin embargo, las piezas con las que cuenta actualmente tienen criterio y calidad de sobra para poder someter al rival e incluso sellar alguna goleada de vez en cuando. En el mercado de fichajes han reforzado la medular con Héctor Herrera y el exalavesista Marcos Llorente, que han llevado la batuta del juego en los equipos en los que han jugado anteriormente. A priori, Llorente podría venirle como anillo al dedo al Atlético. En su etapa en Vitoria-Gasteiz demostró tener muy buena visión de juego y ser muy sacrificado en tareas defensivas, pero Simeone solo le ha dado 182 minutos hasta ahora, en beneficio de Koke, que no pasa por su mejor momento de forma.
Dicho esto, es posible que manteniendo esta misma manera de jugar durante toda la temporada añadan algún título más a las vitrinas del club, pero corren el riesgo de quedar terceros en liga, caer en cuartos de final de Champions League y dejar a sus aficionados con la sensación de haber acudido a ver el mismo partido domingo tras domingo. Esta tarde es posible que intenten dominar el partido sabiendo que se enfrentan a un rival de menor entidad como es el Deportivo Alavés o que, aprovechando que juegan a domicilio, obliguen a los de Garitano a llevar las riendas del encuentro. En cualquier caso, los gasteiztarras son conscientes de que se miden a uno de los grandes de Europa, aunque Simeone se empeñe en desmentirlo.