vitoria - Las malas dinámicas colectivas siempre terminan por arrastrar a jugadores sobre los que hay depositadas muchas esperanzas. En el caso de Aleix Vidal en el Deportivo Alavés, queda hasta ahora un regusto bastante amargo por su discreto rendimiento en estas ocho primeras jornadas ligueras. Y es que todavía se resiste la mejor versión de un cotizado futbolista que aterrizó este pasado verano en Mendizorroza dispuesto a relanzar una carrera venida a menos desde su fichaje por el Barcelona.
De momento, no es ni de lejos ese extremo pujante predestinado a encarar a sus pares con determinación, aportar desborde, dinamismo, profundidad y buenos centros desde la banda derecha, los principales cometidos con los que fue reclutado en calidad de cedido por Sergio Fernández. El esfuerzo del club del Paseo de Cervantes resultó más que evidente teniendo en cuenta que la cotización de Vidal no es precisamente una de las más bajas de la actual plantilla y para que recalara en la capital alavesa hubo que asumir el importe íntegro de la ficha que tenía suscrita con el Sevilla.
El catalán, catapultado hacia la fama tras unas excelentes temporadas en el Almería y en la capital hispalense, no triunfó en la Ciudad Condal ni tampoco en su segunda etapa en tierras andaluzas, de ahí que aceptara el reto de embarcarse en un proyecto menos ambicioso como el vitoriano con el fin de volver a recobrar las viejas sensaciones que hicieron de él un verdadero puñal en la banda derecha.
Vidal es uno de los cuatro futbolistas que ha participado hasta la fecha en los ocho duelos ligueros junto a Ely, Pina y Lucas Pérez. Cuando tuvo lugar el pistoletazo de salida a la nueva temporada, nadie ponía en tela de juicio su titularidad en el Alavés. De hecho, acumula en total 562 minutos, pero resulta sintomático que Garitano le haya relegado del once inicial en dos de las tres últimas jornadas frente a la Real Sociedad y el Valencia.
En Anoeta, Vidal ingresó en el descanso con todo prácticamente perdido en lugar de Wakaso, mientras que en Mestalla también fue el revulsivo de última hora en el minuto 73 ocupando el lugar de Ximo Navarro. Es decir, ya ha dejado de ser alguien intocable para el técnico nacido en Bergara, que incluso parece sentir más predilección en los últimos tiempos por Burke y ahora tendrá incluso mucho más donde elegir para ocupar las bandas con el paulatino retorno de Burgui tras su grave lesión.
Toca remontarse al duelo inaugural en Mendizorroza ante el Levante para vislumbrar su única asistencia de gol desde que viste los colores alavesistas. Eso sí, aquel tanto de Joselu vino precedido de una jugada a balón parado tras el saque de esquina botado por Vidal, cuyo preciso envío fue rematado a la red por el delantero de origen alemán merced a un buen testarazo.
Por lo demás, Aleix está interviniendo más bien poco en el juego de un Alavés excesivamente plano e inoperante que sufre horrores no solo para crear algo de peligro por los extremos sino también para pisar el campo contrario. Tan solo en la última visita al Valencia mostró hechuras de ser un equipo ambicioso, con voluntad de ir a por el partido y dispuesto a presionar arriba la salida de balón del rival de turno. En definitiva, Vidal es uno de los muchos futbolistas obligados a mostrar otro talante y dar un paso al frente en estos comprometidos instantes.