Vitoria - El Deportivo Alavés llega al último día del mercado veraniego en una situación de máxima incertidumbre, con la intención de sumar al menos una pieza más para completar su ataque y con la necesidad de dar salida a los jugadores que no entran en sus planes de futuro inmediato para aligerar la masa salarial. La contratación el pasado viernes de Oliver Burke supuso el refuerzo de los extremos, donde las carencias eran graves, pero el plantel necesita una figura más en la zona ofensiva y en esa búsqueda se empleará principalmente en la jornada de hoy un Sergio Fernández que, por el límite de gasto marcado por LaLiga, no cuenta con margen excesivo para moverse en ese fichaje que aún se pretende, de no mediar la salida de alguna pieza importante de la actual plantilla como un John Guidetti que podría acabar abandonando la capital alavesa, lo que llevaría a estudiar algún movimiento adicional a lo inicialmente previsto. La jornada laboral que tendrá hoy el director deportivo alavesista se antoja de órdago. Y no tanto en lo referente a las incorporaciones, donde la previsión es realizar un último movimiento, como a las salidas, donde se tienen que cerrar unas cuantas operaciones todavía.

En principio, la marcha de Guillermo Maripán al Mónaco no va a ser cubierta por un nuevo central de caché -con Ximo Navarro, la opción de reconvertir a Rubén Duarte puntualmente y el espacio que se le quiere dar a Tachi se entiende que hay piezas de sobra en esa zona-, por lo que todos los esfuerzos se van a centrar en la llegada de un nuevo futbolista que refuerce la parcela ofensiva. A ser posible, un jugador que pueda actuar tanto en las bandas como de segundo punta. Con las apreturas económicas del club en estos momentos, la solución debe llegar en forma de cesión y se presta una especial atención a los futbolistas que puedan quedarse sin espacio en clubes de relevancia, aunque dichas negociaciones con siempre de mucha dificultad.

En un lado del tablero el Alavés ejercerá de comprador, mientras que en el otro le tocará el papel de vendedor. Aligerar la plantilla viene siendo el gran quebradero de cabeza para la dirección deportiva a lo largo de unas últimas semanas en las que solo se ha producido la marcha de Patrick Twumasi al fútbol turco, escaso movimiento teniendo en cuenta que hay hasta otros seis jugadores más que no entran en los planes de futuro inmediatos del club.

El caso que presenta menos dificultad es el de un Saúl García que tiene fácil acomodo en Segunda División, ya que cuenta con el interés de varios conjuntos de la categoría de plata. Precisamente, en ese escalón inferior se encuentra también el futuro de Dani Torres, pero el colombiano aún tiene que llegar a un acuerdo para su rescisión en Vitoria antes de rubricar el pacto que desde hace semanas tiene con el Oviedo. Muchas más complejas son las situaciones de Rafa Navarro y Nando García en ese objetivo de reubicarlos en Segunda -la mayoría de los clubes se encuentran muy apurados por el límite salarial- y aún más complicado es encontrar hueco en la categoría de plata a los franceses Olivier Verdon y Jeando Fuchs, que son dos auténticos desconocidos para las direcciones deportivas españolas. En el caso de los galos, todo hace indicar que la solución final puede ser el regreso a su país, aunque es una idea que no casa con la planificación del club que pretendía que se formasen en una competición nacional para asimilar también el idioma.

Una situación especial la representa un Guidetti con el que se cuenta para la nueva temporada, pero que podría acabar saliendo al no haber dispuesto de minutos en los primeros partidos de la temporada. El la misma tesitura se encuentra Ermedin Demirovic, aunque la idea de la dirección deportiva con el bosnio pasa por su continuidad en Vitoria. - B. Mallo